La transmisión de la fe está sufriendo una profunda transformación. Ante ello, toda palabra es legítima, aunque no todas ofrezcan posibles vías de solución. Dentro de la diversidad, dos elementos son compartidos por los analistas: la fidelidad al núcleo de la fe cristiana y a los interlocutores actuales.
Si bien esa primera fidelidad kerigmática es algo relativamente sencillo de identificar y formular, la segunda fidelidad, hacia aquellos con los que transitamos nuestra historia, quizá no sea tan fácil. No solo se requiere un acertado análisis de cómo situarnos en el tiempo que vivimos, también es necesario saber cómo desarrollar los itinerarios necesarios para quienes quieran, ya desde jóvenes, vivir según el Evangelio.
Estos itinerarios, si bien son personales, no podemos afirmar que sean individuales, de ahí que, cada Iglesia particular, movimiento o congregación, deban esforzarse por ofrecer una propuesta sugerente, bien fundamentada y debidamente acompañada, so pena de someter la vida de fe a cualquier tipo de reduccionismo (doctrinal, pragmático o emocional). A estas y otras cuestiones se invita en el presente libro: a soñar y a transitar o, dicho de otro modo, a discernir y a apostar ¡Buena travesía!