«No se nace cristiano, se hace», esta afirmación de Tertuliano (siglo II-III) goza hoy de gran actualidad. Dado por finalizado el tiempo de cristiandad y consciente de las insuficiencias que existen en su práctica catequística, la Iglesia lleva largo tiempo promoviendo una catequesis que, en verdad, sea capaz de «hacer cristianos». La Iglesia es madre y maestra. Ella, por medio de la catequesis, introduce a sus hijos en
los misterios de la fe, y así, al hacerles partícipes por esta fe de los sacramentos de iniciación bautismo-confirmación-eucaristía, los engendra como hijos de Dios y hace posible que experimenten la nueva vida de Jesucristo, al seguir sus huellas y tomando parte de su misión.
El presente libro está dividido en tres partes. En la primera, sitúa la catequesis en el marco del proceso evangelizador y en el dinamismo iniciático de la Iglesia, para después indicar los elementos que la caracterizan como catequesis iniciática. En la segunda parte, la catequesis de iniciación es contemplada como la actividad eclesial por la que los cristianos son introducidos en el seguimiento discipular de Jesús. Y, por último, en su tercer parte, bajo las orientaciones del Directorio para la Catequesis, el libro manifiesta de qué modo la pedagogía catequística -una función particular de la pedagogía de la fe- se ha de concebir como un servicio a la pedagogía divina. El libro nace como un servicio a la formación de catequistas y de todos aquellos que, de un modo u otro, se sienten implicados en la iniciación de los discípulos de Jesús.