BOLETÍN INFORMATIVO

ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CATEQUETAS (AECA)

nº 83, Febrero 2022

PDF con el Boletín Informativo nº 83: Boletin_AECA_83

TEXTO DEL BOLETÍN:

CONTENIDO:

PRESENTACIÓN  2

MEMORIA CURSOS 2020-2021  3

  1. INTRODUCCIÓN 3
  2. TEMAS TRATADOS POR EL CONSEJO DIRECTIVO 3
  3. NUEVOS MIEMBROS DE AECA 9
  4. BOLETINES 9
  5. PUBLICACIONES 9
  6. PARTICIPACIÓN DE MIEMBROS DEL CONSEJO EN EVENTOS INTERNACIONALES 10

INFORMACIÓNES SOBRE LA ASOCIACIÓN  11

Antonio Alcedo, miembro honorífico de AECA  11

In memoriam Mons. Toni Vadell, 16

Institución de Catequista de Rosa Abad  19

Carta de Alvaro Ginel a Mons. Amadeo Rodríguez Magro  20

Informaciones del Consejo Directivo de AECA  21

TEXTOS DE LAS JORNADAS  22

Miguel López, La catequesis y el catequista en el nuevo Directorio para la Catequesis 22

Pelayo González, Catequesis entre la teoría y la práctica  30

Alberto Para, Experiencia de la relación del delegado de catequesis con los catequistas 37

Rosa Abad, Mi experiencia como catequista  42

DIVERSAS INFORMACIONES  43

Relación de artículos de revistas catequéticas 43

Algunas publicaciones 49

Queridas/os socias y socios de AECA.

Este Boletín es el primero del 2022, año en el que conmemoramos el 40ª aniversario de la fundación de nuestra Asociación Española de Catequetas. de docencia y de investigación de sus miembros” (cf. Estatutos, art. 4). También, desde su fundación, muchos han formado y formamos parte de nuestra Asociación, en la que hemos tratado de cumplir con su finalidad aportando a la reflexión y pastoral catequética nuestro granito de arena. Baste esta pequeña introducción para hacer un acto de reconocimiento a nuestra historia y a todos aquellos que la han acompañado hasta nuestros días.

Tras la celebración de la Asamblea General Ordinaria del pasado 6 de diciembre, en la que se renovó el Consejo Directivo, AECA inicia un nuevo tramo del camino. Ante todo, es de justicia agradecer el trabajo realizado

familiares y nos enriquezcamos con el trabajo particular de cada uno. Este Boletín cumple con creces esta finalidad. En él se recoge un acontecimiento gozoso: el homenaje a Antonio Alcedo; un acontecimiento triste transido de esperanza: el fallecimiento de Mons. Toni Vadell; un acontecimiento eclesial: la institución de catequista de Rosa Abad; la despedida-reconocimiento del trabajo realizado por Mons. Amadeo Rodríguez Magro; los esquemas-textos de las intervenciones de cuatros socios de AECA en las Jornadas pasadas…. En pocas palabras, la vida de una Asociación que hace su contribución propia a la misión de la Iglesia, en general, y a la de la reflexión y pastoral catequética de un modo particular.

En la misión de la Iglesia, la tarea de “hacer cristianos” es esencial, ella es el núcleo del mandato misionero que Jesús dio a su Iglesia poco antes de volver al Padre. Hoy esta tarea se enfrenta a múltiples retos; sin embargo, si los afrontamos con un espíritu de sinodalidad ­tal como ha pedido el papa Francisco a la Iglesia­ todo será más fácil. Además, contamos con la intercesión maternal de María que, si bien nos invita a hacer lo que el Señor nos indica, también media ante su Hijo, Jesús, para que con la gracia de su Espíritu nos ilumine y aliente ante las dificultades.

En nombre de todos los miembros del Consejo, recibid un fraternal abrazo.

Juan Carlos CARVAJAL BLANCO

Presidente de AECA

PRESENTACIÓN

por el Consejo saliente. En efecto, bajo la presidencia de Alvaro Ginel, Lola Ros, Miguel López, Manuel Mª Bru y un servidor, hicimos el esfuerzo de animar la vida de nuestra Asociación en un tiempo de Pandemia que probó la fortaleza de nuestros lazos asociativos. La Memoria de actividades presentada en aquella Asamblea da testimonio de ese esfuerzo, y nos debe llevar a todos los miembros de AECA a decir sencillamente: ¡Gracias!

Como ya sabéis, tras la elección reglamentaria, el nuevo Consejo se reunió y distribuyó las diversas funciones entre sus miembros: Juan Carlos Carvajal (presidente) José Mª Pérez (vicepresidente), Santiago G. Mourelo (vocal-secretario), Manuel Mª Bru (vocal-tesorero) y Pelayo González (vocal). En nombre de los miembros del Consejo, os transmito que estamos a vuestra disposición y atentos a vuestras sugerencias. Por otro lado, os animamos a que os sintáis partícipes de la marcha de nuestra Asociación en los próximos años.

Queridos amigos, ahora tenéis entre manos el BOLETÍN n. 83, de febrero de 2022, un Boletín que viene muy nutrido, ya el Índice adelanta su contenido. Solo unas pocas palabras para que sirvan de marco. Si esta publicación es el instrumento para que los miembros de nuestra Asociación nos mantengamos unidos con lazos

MEMORIA CURSOS 2020-2021

1. INTRODUCCIÓN

Las últimas Jornadas y Asamblea de AECA tuvieron lugar del 5 al 7 de diciembre de 2019; desde entonces hasta la fecha, el mundo se ha visto sometido a los efectos del Covid’19. Tales eran los estragos que a lo largo del 2020 estaba causando la Pandemia que, de un modo extraordinario, el Consejo Directivo de AECA consideró oportuno no convocar la Asamblea General de socios. Esta decisión, dadas las circunstancias excepcionales, fue bien aceptada por los propios miembros de la Asociación. No obstante, a pesar de las dificultades, la actividad de AECA se ha mantenido. Durante este tiempo, el Consejo ha ido tomando diversas iniciativas que, comunicadas a través del Boletín a los socios de la Asociación, han tenido distinto eco. Por tanto, dada la situación de excepcionalidad vivida, la memoria que se presenta para la aprobación preceptiva por parte de la Asamblea de AECA corresponde a los años 2020 y 2021 (cf. Estatutos, art. 10, 1a).

2. TEMAS TRATADOS POR EL CONSEJO DIRECTIVO

A pesar de las dificultades a lo largo de los años 2020-21, los miembros del Consejo han ido tratado de regularizar temas administrativos que quedaban pendiente del 2019.

– Cambio de domicilio de la Asociación. En la última Asamblea se informó que tras la aprobación por parte de la Conferencia Episcopal Española del cambio de domicilio social de la C/ San Buenaventura 9 (sede del Seminario Conciliar de Madrid) a la C/ Jerte 9 (sede de la U.E. San Dámaso) donde está el Departamento de Teología de la Evangelización y Catequesis de la Facultad de Teología de la UESD, y antes de notificarla al Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia, se vio la necesidad de subsanar una gestión previa que no se había realizado: obtener la autorización por parte de las autoridades de la U.E. San Dámaso, sede del Dep, de Teología de la Evangelización y Catequesis, para radicar allí la sede.

Tras la gestiones pertinentes con el Rector de la Universidad, D. Javier Prades, la Junta de Gobierno de dicha Universidad, acordó en sesión del 17 de febrero de 2020, “Acoger la petición de la AECA para que se le conceda gratuitamente el uso de la dirección ‘Calle Jerte, 10. E. 28005 Madrid’ como dirección postal (no dirección social) de la AECA, con una duración trienal, renovable por mutuo acuerdo, a partir de esta fecha, sin que ello conlleve ningún otro tipo de derechos respecto al uso de las instalaciones de la Universidad o cualquier otro tipo de obligaciones respecto a AECA”.

Recientemente, tras pasar por el notario toda la documentación sobre este asunto y certificar ante él la necesaria modificación del artículo 3 donde se trata sobre el Domicilio asociativo, queda pendiente la tramitación del acuerdo ante el negociado de la “libertad religiosa” que ahora compete al Ministerio de la presidencia, Avd. Puerta de Hierro s/n.

Cambio de localización de Archivo. Tal y como se comprometieron, Álvaro y Juan Carlos hicieron una selección de los materiales que estaban recogido en el Archivo de AECA. Dado que la mayoría del material está recogido informáticamente solo se ha conservado la documentación fundamental de la Asociación y aquellos materiales que no están en soporte informático. Tras esta selección el Archivo de ha pasado del Centro de la Salle, en la C/ Marqués de Mondéjar, al Despacho del Departamento de Evangelización y Catequesis de la Facultad de Teología de la UESD en la C/ Jerte 10.

– La Página Web de la Asociación. Este tema ha seguido concitando el interés de las reuniones del Consejo de AECA. Gracias la atención y el trabajo de Manuel Mª Bru, la página Web no solo se ha hecho eco de las actividades y recogido el material emanado por la Asociación y sus miembros, sino que también ha seguido los eventos eclesiales y ha publicado textos en torno a la publicación por parte del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización del Directorio para la Catequesis y el motu proprio del papa Francisco Antiquum ministerium sobre la institución del ministerio del Catequista.

Dicho esto, todavía queda pendiente realizar una organización más eficiente de la página Web. En primer lugar, se trata de comprobar que todo el material disperso (boletines, noticias…) estén reunidos en la página Web. Y, en segundo lugar, crear una ventana para guardar noticias, documentos que en un momento determinado tuvieron actualidad, pero ahora ya no lo tiene.

Un tema que marcha en paralelo a la página web −pues en ella se debería recoger la documentación pertinente− aunque la trasciende es lo referido al Aviso legal (las condiciones legales de la página) y a la Política de Privacidad (sobre los compromisos de la Asociación con la Protección de Datos). En la solicitud de inscripción de socio, deberían ponerse dos casillas, una donde se diga que se ha leído y se acepta el Aviso Legal y otra, aceptando la Política de Privacidad, de la cual se presenta un resumen.

– Asuntos Económicos. A lo largo del tiempo trascurrido desde la última Asamblea, Lola ha manifestado la creciente dificultad que se va dando en la relación con el Banco Santander, en concreto con el Departamento de Entidades religiosas en el que está inscrita la Asociación, también indica que es creciente la dificultad respecto a la gestión de las cuotas de los socios, además de tener que pagar una pequeña comisión por la tramitación de estas. No obstante, con su dedicación ha podido ir afrontando y subsanando estos inconvenientes.

Publicación de la Jornadas. Tal y como se acordó, algunas de las ponencias y comunicaciones de las Jornadas 2019 se ha publicado en la revista SINITE 184 (2020), y la totalidad en forma de Cuaderno AECA 17, bajo el título: El acompañamiento para iniciar en la vida cristiana (PPC, Madrid 2020).

Miembros honoríficos de AECA. A pesar del parón de la Pandemia, este tema ha sido objeto de atención del Consejo. Así, según el acuerdo de la última Asamblea, y a propuesta del presidente Alvaro Ginel, para regular la figura del “Miembro honorario”, el Consejo ha elaborado unas normas sencillas que a continuación se recogen:

La elección de los miembros honoríficos se haga por la Asamblea, a propuesta del Consejo, en el momento en el que se informa de la Altas y Bajas de los socios.

Modelo de diploma:

LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CATEQUETAS (AECA)

otorga el título de Miembro Honorífico

a Don /Doña……………………………………………………………………

por su dedicación y trabajo en la Asociación AECA y por su aportación y servicio a la Catequesis y a la Catequética en nuestra Iglesia.

Madrid,     de        de…..

 

Presidente                                          Secretario

Preparación de diversos actos académicos. Como ya hemos indicado el tiempo transcurrido desde las últimas Jornadas y Asamblea celebrada en diciembre de 2019, ha estado marcado por la Pandemia. Esto ha supuesto que una serie de actos que estaban en vías de programación por el Consejo, cuando esta situación irrumpió, se han tenido que suspender. No obstante, esto no ha paralizado a nuestra Asociación. Primero la propia Pandemia y después la publicación del nuevo Directorio, ha sido un verdadero acicate y ha movido a una actitud proactiva tanto a AECA como a buen número de sus socios. A continuación, hacemos reseña de estos actos.

  • II Encuentro Luso-Hispano. Este encuentro entre miembros de AECA y catequetas portugueses estaba previsto que se realizara del 12 al 14 de junio de 2020, en Portugal. A la espera de una mayor concreción la temática giraba en torno a la situación de la reflexión y la pastoral catequética en ambos países. El objetivo era seguir estrechando los lazos que en los últimos años se están estableciendo. Ante el avance del Covid’19 se suspendió dicho encuentro a la espera de que mejoren las condiciones sanitarias para poder llevarlo a cabo.
  • Jornadas AECA 2020. Desconocedores del alcance que iba a tener la Pandemia y supuesta −según las informaciones que se iban teniendo− de la publicación del nuevo Directorio, el Consejo, de acuerdo con el mandato de la Asamblea, empezó a programar las Jornadas del 2020 en torno a la recepción de este documento fundamental tanto para la reflexión como la pastoral Catequética. A pesar de que en la reunión del Consejo del 10 de junio se programó el encuentro y se había confirmado la asistencia de Mons. Octavio Ruiz, dada el avance de la Pandemia, en la reunión del 10 de septiembre se acordó suspender dichas Jornadas y la Asamblea en la que, según lo prescrito en los Estatutos, se debiera haber renovado el Consejo directivo.

Acto académico AECA-SCALA: A partir de la decisión de suspender las Jornadas, el Consejo vio la conveniencia de hacer un acto académico-catequético de acogida del nuevo Directorio. Para llevar a cabo este objetivo y tras una serie de trámites se programa un webinar con la Asociación de SCALA, en la que se adhieren la Sociedad de catequetas tanto de Brasil como de Portugal. Dicho acto tuvo lugar el 4 de diciembre de 2020.

Propuesta del Consejo directivo a los socios de AECA de elaborar reflexiones en torno al tema: Catequesis y pandemia. Con motivo de la situación de Pandemia que estaba viviendo nuestra sociedad y el impacto que supuso en la vida de nuestras comunidades cristianas, de su pastoral ordinaria y en especial de la catequesis, a iniciativa de Álvaro Ginel, el Consejo de AECA propuso que los socios de la Asociación aportaran alguna reflexión que viniera a iluminar la situación. Así bajo la cuestión ¿Cómo lo que estamos viviendo te parece a ti que influye (o no) en la iniciación cristiana?, se convocó a los miembros de AECA a elaborar unos artículos breves con el objeto de reunirlos en una posible publicación o, al menos en la página web de la Asociación.

A esta iniciativa respondieron 9 socios (Paula Depalma, Francisco, J. Romero, María Navarro, José Luis Saborido, Álvaro Ginel, Rodolfo Pérez, José Antonio Sánchez, Manuel Mª Bru y Juan Carlos Carvajal), con un total de 15 comunicaciones. Según iban llegando Manuel las fue colgando en la sección creada a propósito. Aunque se contemplaba la posibilidad de llegar a una publicación, se desestima porque el material recibido es muy variado y no todo de calidad.

Comentario del Directorio para la Catequesis: A partir de la publicación por parte del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización del nuevo Directorio y la aparición de la edición española de la Comisión Episcopal de Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la CEE, el Consejo directivo de AECA, en dos reuniones extraordinarias (24 de noviembre y 14 de diciembre de 2020), vio la conveniencia de elaborar un Comentario académico al texto de dicho documento que marcará tanto la reflexión como la actividad catequética de la Iglesia de los próximos años.

Para llevar a cabo se constituyó un Equipo editorial integrado por el Consejo Directivo de AECA + José Mª. Pérez Navarro; un Equipo de redacción formado por Antonio Alcedo y Manuel López; y se seleccionó una serie de autores, todos socios de AECA y con recorrido académico para que se hicieran cargo de los trabajos que compusieran dicho comentario. A continuación, se enumera los autores y los títulos de sus trabajos:

  • Álvaro Ginel Vielva, Continuidad y nuevos acentos en los Directorios de catequesis: 1971-2020.
  • Miguel López Varela, Una renovada estructura al servicio de una catequesis para la nueva evangelización.
  • Santiago García Mourelo, Revelación, evangelización y catequesis. Comentario a la primera parte del Directorio para la Catequesis.
  • Gregorio Aboín Martín, El proceso de la catequesis. Introducción a la segunda parte.
  • Luís M. Figueiredo Rodrigues, Catequesis en las Iglesias particulares. Una clave de lectura de la tercera parte del Directorio para la Catequesis.
  • Juan Carlos Carvajal Blanco, Una catequesis que articula el anuncio y la iniciación en la vida cristiana.
  • María Dolores Ros de la Iglesia, El Espíritu Santo en el Directorio de Catequesis.
  • José Antonio Sánchez Ortiz, Cristo en una nueva etapa catequética.
  • Manuel Mª Bru Alonso, La Iglesia misterio de comunión.
  • Francisco Julián Romero Galván, El proceso de la evangelización es una acción espiritual.
  • José Mª Pérez Navarro, El catequista y otros sujetos activos en la catequesis.
  • Rafael Delgado Escolar, La integración del contenido y el método en el Directorio para la Catequesis.

Tras el trabajo de redacción de Antonio Alcedo y Manuel López, el día 2 de diciembre se envió el manuscrito a la editorial PPC. En comunicación con ellos se nos indica que entra en la cadena de maquetación, edición y consulta a los autores antes de enviarlo a la imprenta. Se estima que saldrá un volumen en torno a 350 páginas.

– Jornadas y Asamblea (6-XII-2021)

JORNADAS AECA (sesión matutina de 11.00 a 13.00 h)

Orden del día

  • Vídeo preparado sobre las Jornadas anteriores (2019), Manuel Mª Bru.
  • Saludo de bienvenida por el presidente, Álvaro Ginel.
  • Oración: J.M. Pérez
  • Mesa redonda: La catequesis y los catequistas
  • M.M. Bru, moderador.
  • Miguel López Varela (dimensión teórica);
  • Pelayo González Ibañez (entre la teoría y la práctica);
  • Alberto Para Martínez (la relación con los catequistas);
  • Rosa Abad, (la experiencia de una catequista de base)
  • Final de la sesión y cierre, invitando a todos a su presencia importante en la sesión de tarde que es sesión de LA ASAMBLEA AECA:

ASAMBLEA AECA (sesión de tarde: de 16.30 a 18.30 h)

  • Apertura de la Asamblea y recordatorio de lo que Estatutos marcan para la Asamblea. (Álvaro Ginel).
  • Memoria de actividades desde la última Asamblea y dado lo que hemos pasado con la situación COVID. (Juan Carlos Carvajal).
  • Estado de cuentas (años 2020 y 2021) y presupuesto para el año 2022. (Loa Ros).
  • Información sobre publicaciones y datos que se hayan obtenido de la Editorial PPC. Invitación a los socios a escribir. (Juan Carlos Carvajal)
  • Elecciones (Álvaro Ginel)

. Lecturas de los art. de Estatutos: 10,5º; 13, 1º y 2º

. Explicación del modo informático de elección

. Elecciones

  • Otros temas de la Asamblea
  • Fecha, lugar y tema de la próxima Asamblea.
  • Sondeo sobre miembros a los que concederles el título Honorífico de AECA, como ya se hizo con Antonio Alcedo. Es votación sondeo. (Hay que ir a actas y ver lo que se aprobó sobre esto en su día).
  • El libro de la Asociación: ¿Posible presentación en Delegaciones de Catequesis, Institutos de Catequética…?
  • ¿Reanudar las interrumpidas relaciones con los hermanos portugueses de cara al 2022?
  • Aclarar qué es lo que se puede colgar en la web de la Asociación.
  • Información de la Sede Social y archivos de la Asociación (aunque habrá salido en la Memoria).

–    Ruegos y preguntas.

–    Cierre de la Asamblea

3. NUEVOS MIEMBROS DE AECA

A continuación, se hace la relación de los nuevos miembros de la Asociación

Alberto Para Martínez, Gregorio Aboín Martín, Jorge Antonio Sierra Caduela, Antonio Jiménez Amor, Eduardo Lorenzo García, Bernardo Granda Pérez.

Actualmente hay 81 socios en lista (en diciembre de 2019 había 79), de los cuales 70 han dado permiso para mantener la comunicación con la Asociación. Próximamente el Consejo deberá acometer una nueva actualización de las listas.

4. BOLETINES

  • Boletín 77: Enero – Mayo 2020. (Se recoge el acta de la Asamblea anual de AECA 2019).
  • Boletín 78: Junio – Septiembre 2020. (Se acoge la publicación del Directorio para la Catequesis y se ofrecen los materiales de su presentación por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. También se avanza la programación de las Jornadas 2020 que al final no tuvieron lugar).
  • Boletín 79: Octubre – Diciembre 2020. (Se desconvoca tanto las Jornadas como la Asamblea del 2020 en la que se hubiera renovado el Consejo. También se ofrecen un primer apunte sobre algunos actos para acoger y estudiar el nuevo Directorio).
  • Boletín 80: Enero 2021 (Se informa sobre el Webinar que en torno al nuevo Directorio, organizaron AECA y SCALA. También se informa sobre la estructura y los autores del Comentario del Directorio para la Catequesis por parte de AECA)
  • Boletín 81: Mayo 2021 (Se hace memoria de Miguel Ángel Gil y reconocimiento de Antonio Alcedo. También se adjunta el motu proprio Antiquum ministerium por el que el papa Francisco instituye el ministerio del catequista y los materiales de su presentación)
  • Boletín 82: Octubre 2021 (Se da información del contenido de la Jornada y se explica el modo de proceder para en la Asamblea General renovar el Consejo directivo por vía telemática)

5. PUBLICACIONES

Cuadernos AECA:

  • Cuaderno AECA 17 (Didaje 35): Asociación Española de Catequetas (AECA), El acompañamiento para iniciar en la vida cristiana (PPC, Madrid 2020).
  • Cuaderno AECA 18 (Didaje 36): Luís M. Figueiredo Rodrigues (coord..), Proponer la fe en una pluralidad de caminos (PPC, Madrid 2020).

6. PARTICIPACIÓN DE MIEMBROS DEL CONSEJO EN EVENTOS INTERNACIONALES

Acto académico AECA-SCALA

Este acto académico organizada por la Sociedad de Catequetas Latinoamericanos (SCALA) y la Asociación de Catequetas Españoles, junto a catequetas de Portugal y Brasil ya ha sido reseñada más arriba. Hay que añadir que en este acto participaron un grupo significativo de la nuestra Asociación.

Webinar organizado por el Instituto de Catequética de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Pontificia Salesiana

En el invierno de 2021, el Instituto de Catequética de la UPS organizó una serie de Webinar bajo el tema: La catequesis en el proceso de evangelización a partir del Directorio, con el objetivo de profundizar en algunos contenidos del nuevo Directorio. En él participó Miguel López Varela, vocal de Consejo de AECA, con la ponencia: La influencia del reciente magisterio papal en el Directorio. En estos encuentros también participo Juan Carlos Carvajal, Vicepresidente y secretario del Consejo.

Encuentro del Equipo Europeo de Catequesis

En la mañana del 29 de mayo se celebró un Encuentro online del Equipo Europeo de Catequesis como acto de acogida y primeras impresiones sobre el Directorio para la catequesis recientemente publicado. Además de la participación de algunos miembros del AECA pertenecientes al EEC, Juan Carlos Carvajal tuvo una comunicación bajo el título: Algunos estímulos para la catequesis

INFORMACIÓNES SOBRE LA ASOCIACIÓN

Antonio Alcedo, miembro honorífico de AECA

El pasado 12 de febrero, en cumplimiento del acuerdo tomado por la Asamblea General Ordinaria de la Asociación, celebrada el 6 de diciembre de 2021, de nombrar a Antonio Alcedo Miembro honorífico de AECA, el presidente electo, Juan Carlos Carvajal, se desplazó a Cádiz para hacer entrega de dicho título. Al acto asistieron otros socios de la Asociación residentes en Andalucía: Elisa Calderón, Paco Molina, José Luis Vicente y Manuel López; también se unió su hermana Charo que hizo de anfitriona. El acto constó de la celebración de la Eucaristía, entrega del Título y comida fraterna.

A continuación, se recogen los textos pronunciados por el presidente de AECA y el homenajeado. También se incluyen algunas fotografías

Palabras del presidente

Querido Antonio, nos hemos reunido entorno tuyo un grupo de miembros de la Asociación Española de Catequetas −Paco Molina, José Luis Vicente, Elisa Calderón, Manuel López y un servidor− para cumplir con el mandato de la Asamblea General de Socios, celebrada el pasado 6 de diciembre, de nombrarte Miembro honorífico de AECA. Para mí, como Presidente de nuestra Asociación, es un honor cumplir con este mandato que fue promovido por el anterior Consejo Directivo, presidido por Álvaro Ginel.

Sería muy largo hacer la relación de méritos que concurren en el ejercicio de tu ministerio sacerdotal y de tu servicio a la catequesis. Podría referirme, entre otros estudios, a la licenciatura en Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Salamanca (1975) y a la licenciatura en Pastoral Catequética en la Universidad Salesiana de Roma (1977). También podría enumerar las numerosas responsabilidades pastorales que has desarrollado en tu Diócesis de Cádiz; entre otras, Profesor del Seminario, Párroco de San Juan Bautista en Chiclana y de San Severiano en Cádiz, Arcipreste de Cádiz Puerta Tierra, Director Espiritual del Seminario de Cádiz y Ceuta en Sevilla; Canciller-Secretario General del Obispado, Canónigo de la Iglesia Catedral de Cádiz, Pro-Vicario General del Obispado, Miembro del Consejo Presbiteral de la Diócesis… Bueno, paro, porque la enumeración sería interminable.

Sin embargo, la ocasión que nos ocupa es para reconocer tu contribución a la teología y pastoral catequética, en general, y tu participación en la buena marcha de nuestra Asociación de Catequetas. En efecto, como dice algún amigo aquí presente, pronto destacaste por tu ilusión y entrega por la catequesis. Cuando tu obispo, don Antonio Dorado, te hizo Delegado diocesano de Enseñanza y Catequesis y posteriormente Director Diocesano de Catequesis, no tardaste en contribuir con tus aportaciones a la renovación catequística que estaba en curso en la Iglesia de España y, más en concreto en Andalucía. Si en Cádiz pronto formaste un equipo para que animara la pastoral catequizadora a lo largo y ancho de la Diócesis, también es digno de mención tu trabajo infatigable y tu contribución en los documentos que elaboraron los Secretariados de Catequesis de Andalucía, en los seminarios, de una semana, que teníais en el Seminario de Huelva y en los cursos para la formación de sacerdotes. Como testimonian los que entonces compartían contigo trabajo y responsabilidad: “Antonio siempre tenía una parte importante en el desarrollo de esos cursos”. Por mi parte, también, puedo decir, que, en aquel tiempo, cuando yo era un misacantano y, de la mano de Ángel Matesanz, empezaba mis primeros pasos en el servicio de la catequesis de mi Diócesis de Madrid, en las Jornadas nacionales siempre tenía la impresión de que, junto a otros “históricos” −Vicente Mª Pedrosa, Ricardo Lázaro, Miguel Ángel Gil, Manuel Montero, Luis Otero, Maruja Navarro…., la lista sería interminable−, tus intervenciones resultaban iluminadoras y ofrecían una buen orientación en temas que en aquel momento empezaban a ser debatidos. Si duda, para un principiante aquellos encuentros resultaron muy estimulante.

Y qué decir de tu contribución a nuestra Asociación de AECA. Tú fuiste uno de los socios fundadores. Desde un principio te sentiste llamado a contribuir a la reflexión catequética de nuestro país desde la esa Asociación de Catequetas que nacía, allá por el 1982 −este año celebramos su 40ª aniversario−, con la intención de que la catequesis no se quedara prendida en un mero activismo estéril. En este sentido, además de tus colaboraciones y artículos publicados en revistas especializadas, cabe destacar tu aportación en obras promovidas por la propia Asociación. Al Nuevo Diccionario de Catequética, contribuiste con tres voces −por cierto, de temática nada despreciable−: “Catequesis de adultos”, “Anuncio misionero” y “Tareas de la catequesis”. En el Comentario al Directorio General para la Catequesis, promovido por AECA, tu estudio se centró en “La catequesis en el proceso de evangelización”, donde comentabas los números del 60 al 76. En esta misma línea, conviene decir que también has hecho tu contribución particular en el comentario que se está haciendo al nuevo Directorio. Junto con Manuel López, has sido el que ha llevado adelante la revisión de los trabajos que componen dicho comentario y habéis escrito su presentación.

Por otra parte, tu jubilación no ha sido óbice para una dedicación más atenta a la reflexión catequética, al contrario. En este tiempo, en la editorial PPC, has publicado tres libros como Cuadernos AECA: La Iglesia campo de misión (2010), El catequista creyente (2015) e Iniciar en la fe (2016). También has colaborado benévolamente y con entusiasmo en la traducción de otros Cuadernos: en el libro de Salvatore Currò: Para que la Palabra resuene (2019), la obra colectiva de nuestros hermanos portugueses: Proponer la fe en una pluralidad de caminos. Estos trabajos recogen la estela y visibilizan un trabajo callado hecho con anterioridad. En efecto, mientras tus condiciones físicas te lo han permitido, siempre has acudido con entusiasmo a las Jornadas anuales de AECA; pero también a los Encuentros del Equipo Europeo de Catequesis del que formas parte. A muchas de las ponencias que en diversas lenguas se pronunciaban en estos encuentros, lo socios teníamos acceso a ellas por la traducción que tú, calladamente, realizabas.

A todo esto, ¿qué se puede decir? Sencillamente, ¡¡¡Gracias!!!

Querido Antonio, el nombramiento de Miembro honorífico de AECA, que este sencillo diploma representa, es expresión del agradecimiento colectivo de nuestra Asociación de Catequetas. Sabes que no exagero. Cuando Álvaro propuso tu homenaje a la Asamblea, todos los asistentes confirmaron la propuesta con un aplauso cerrado, signo de un sentimiento común de reconocimiento a tu entrega y dedicación a la teología y pastoral catequética en el marco de nuestra Asociación. Nuevamente ¡¡¡Gracias!!!

Juan Carlos Carvajal Blanco

Presidente del AECA

Palabras de Antonio Alcedo

En estos momentos me vienen a la mente dos palabras: gratitud y memoria. Acabo de cumplir 86 años y solo puedo dar gracias a Dios por esta ya larga vida y por todo lo que he recibido en este prolongado periodo: la vida recibida de mis padres, la vocación madurada en el ambiente familiar y con el ejemplo de mi tío Antonio, sacerdote ejemplar que convivió con nosotros y fue quien me bautizó. El tiempo de Semanario y las dos experiencias universitarias, la de -Salamanca y la de Roma, y la larga lista de tareas pastorales, en parroquia, como profesor, como misionero de emigrantes y, desde el año 1977, la dedicación a la tarea catequética, que ha sido prioritaria y casi exclusiva hasta mi jubilación. Años vividos con ilusión y con dedicación, aunque, ciertamente, con muchos fallos y deficiencias, pero, a la vez, dando gracias por el bien que se ha podido llevar a cabo a través de mi trabajo. “Es Dios el que da el incremento”.

Al recibir este reconocimiento de la Asociación Española de Catequetas, recuerdo mi trayectoria desde antes de existir AECA. Principalmente, la responsabilidad catequética aquí en la diócesis, y también ´` a nivel nacional desde el año 1977 (todavía con Vicente Pedrosa de Director). En el año 82, cuando recibí la invitación de Antonio Cañizares a participar en la Asociación que nacía. Fui de los primeros en responder. Recuerdo las primeras Jornadas y asambleas en el Seminario de Madrid. A partir de entonces, creo que he sido fiel a las Jornadas hasta que, por falta de salud, ya no he podido participar. También formé parte del Consejo Directivo creo que, en cuatro períodos, dos en tiempos de Vicente Pedrosa como Presidente y últimamente con Emilio Alberích y con José M-º Pérez Navarro. Con Vicente fue la época de la preparación del Diccionario. En Andalucía participé también y fui secretario del grupo de AECA-Andalucía, que nació con Alfonso Francia (¿finales de los 80?) hasta hace muy pocos años (cuando enfermó Emilio). Por deferencia de Emilio, Saborido y José Mª Pérez Navarro, entré a formar parte del Equipo Europeo de Catequesis y participe en los Congresos de Madrid, Lisboa, Cracovia y Malta. Últimamente, ya jubilado, he seguido colaborando con varias traducciones de libros para publicar en “Cuadernos AECA” y en traducciones para los Congresos del Equipo Europeo de Catequesis. Otra cosa no puedo hacer desde mi invalidez.

Solo de pasada recuerdo también la participación en el Congreso Internacional de Catequesis de Sevilla en 1992, en el Consejo Asesor de Catequesis, en las Jornadas (en más de una tuve una Ponencia y en otra ocasión me quedé “varado” en Ceuta a causa del Levante), y las Jornadas de estudio y los Seminarios de verano que organizamos en Andalucía en Huelva y Málaga. Así como las múltiples reuniones de Directores de Catequesis en Antequera, primero con D. Miguel Peinado y después con D. Rafael Bellido. No olvido los cursos y conferencias para sacerdotes, en Cádiz, Málaga, Jaén, Zaragoza. Oviedo. Galicia y Tánger. Y tantas otras actividades que podría añadir, aparte del trabajo en la diócesis, en la que visité, una por una, todas las parroquias.

Ahora miro hacia atrás y doy gracias a Dios por todo el trabajo realizado. El fruto lo sabe el Señor. Y me siento contento de lo pasado y también de la actualidad. Agradezco a Dios la calidad de vida que tengo actualmente, a pesar de la invalidez física, y el no haber perdido el buen humor. No me siento viejo, aunque sea “mayor”. He prescindido de la mayor parte de mi biblioteca y de muchas revistas. Ya no me hacen falta. Y espero vivir con alegría y esperanza el tiempo que Dios me conceda todavía de vida Estoy en sus manos con confianza. Gracias.

Antonio Mª Alcedo

12 de febrero 2022.

In memoriam Mons. Toni Vadell,

miembro de AECA

Nació en Llucmajor (Mallorca) el 17 de mayo de 1972. A los 14 años ingresó en el Seminario Menor de Mallorca, pasando después, en 1990, a cursar la filosofía y teología en el Seminario Mayor. Fue ordenado diácono el 4 de octubre de 1997 en la Capilla del Seminario Nuevo de Mallorca, y sacerdote el 31 de mayo de 1998 en la parroquia del Beato Ramon Llull en Son Cotoner (Palma). Obtuvo la licenciatura en Teología, especialidad en Pastoral de la Juventud y Catequética en el Pontificio Ateneo Salesiano (2006-2009).

Su ministerio sacerdotal lo ha desarrollado en la diócesis de Mallorca. Ha combinado la labor parroquial con la pastoral catequética y educativa. Inició su actividad pastoral en la parroquia del Beato Ramon Llull en Son Cotoner (1998-2006) y posteriormente asumió la responsabilidad de rector del Seminario Menor de Mallorca (1999-2006). Ha sido profesor del Centro de Estudios Teológicos y del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Mallorca (ISUCIR), y ha sido profesor invitado en la Escuela Universitaria Alberta Giménez, de las Islas Baleares.

Perfil Biográfico

UNIDOS EN CRISTO, BISBE TONI

El sábado 12 de febrero de 2022, fiesta de santa Eulalia, será recordado por el dies natalis de Mons. Antoni Vadell. Tras una larga enfermedad, la copatrona de Barcelona acompañó a nuestro querido bisbe Toni en sus primeros pasos hacia la casa del Padre.

Ha sido alguien muy especial para muchas personas. Seguramente, casi todo el mundo que le conoció sintió que había perdido un amigo ese día. Esa es la consecuencia de quien vive enamorado del Señor y cercano a los hermanos.

Nació en Llucmajor (Mallorca) en 1972. Ingresó en el Seminario Menor a los 17 años. Fue ordenado sacerdote en 1998. Tras un primer período como vicario de la parroquia Beato Ramón Llull, de Son Cotoner (Palma de Mallorca), en 2006 fue a completar su formación a Roma, donde obtuvo la licenciatura en Teología, especialidad en Pastoral de la Juventud y Catequética, en el Pontificio Ateneo Salesiano.

Su licenciatura le llevó a ahondar en el kerygma. Tuvo la intuición de que, para hacer un buen primer anuncio, este no debía limitarse a un primer momento, sino que precisaba ser transmitido en todas las fases de la iniciación cristiana para fundamentar mejor el ulterior crecimiento en la fe. Intuición que, con posterioridad, el papa Francisco invitará a tener en cuenta a toda la Iglesia universal (EG 164).

El primer anuncio fue, precisamente, el tema transversal de las Jornadas de Delegados de Catequesis, organizadas del 15 al 17 de febrero de 2022 por la nueva Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la CEE. Estas se iniciaron a la par que el bisbe fue enterrado en su tierra natal.

Ha sido delegado diocesano de Pastoral Vocacional, y formador

del Seminario Mayor de Mallorca (2002-2006); así como también delegado diocesano de Pastoral Catequética y Litúrgica (2009-2013), vicario parroquial de las parroquias de Sant Josep Obrer y de Corpus Christi y responsable pastoral de los respectivos colegios parroquiales (2009-2014). Ha sido vicario episcopal para la Evangelización (2013-2017), rector de la Unidad Pastoral de la Mare de Déu de las parroquias de Santa Maria la Major, Sant Domingo y Crist Rei de Inca, de Sant Llorenç de Selva, la Immaculada Concepció de Caimari, Sant Joan Baptista de Mancor, Santa Tecla de Biniamar y la Nativitat de la Mare de Déu de la Lloseta, y miembro del Colegio de Consultores (2014-2017) y miembro del Consejo Presbiteral al Obispado de Mallorca ( 2014-2017).

El 19 de junio de 2017 se hizo público su nombramiento como obispo auxiliar de Barcelona. Recibió la ordenación episcopal el 9 de setiembre de 2017 en la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona.

En el seno de la Conferencia Episcopal Tarraconense es Presidente del Secretariado Interdiocesano de Catequesis de Catalunya y Baleares (SIC).

Perfil extraído de https://aeca-catequetas.es/index.php/2022/02/12/nos-deja-un-maestro-de-la-catequesis-monsenor-antoni-vadell-i-ferrer-obispo-auxiliar-de-barcelona/

Quienes le han conocido saben que su legado es grande. Y no son solo gentes de su querida Mallorca, sino también de todos los rincones en los que su celo pastoral y su misión le llevaron. Y, por supuesto, de muchos vecinos de su tierra de adopción, especialmente desde su ordenación episcopal el 9 de septiembre de 2017 en la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, junto a su estimado y hermano en el episcopado Mons. Sergi Gordo, también auxiliar de Barcelona.

No es menester recordar en estas líneas todas sus responsabilidades y metas conseguidas, no se haría justicia de lo que ha supuesto para la Iglesia. Pues van pasando los días y sigue estando de alguna manera con nosotros. Nos sentimos huérfanos… aunque sigue animándonos; sigue invitándonos a llegar más lejos, más profundamente.

Tan solo un botón de muestra: Como presidente del Secretariat Interdiocesà de Catequesi (SIC), de Cataluña e Islas Baleares, inició una nueva propuesta de iniciación cristiana de infancia, dirigida no solo a los niños sino también a sus padres, a sus familias.

Su empeño se centró en ofrecer una catequesis renovada a las necesidades de hoy. No le asustaban las ambiciones. Soñaba con una catequesis vinculada al día del Señor, para que fuera posible que las familias iniciadas pudieran conocer al resto de la comunidad y para que descubrieran el tesoro más grande que tenemos: Cristo entregándose por nosotros en la eucaristía. Una catequesis que no presumiera nada, sino que partiera del primer anuncio, también a los padres. Una catequesis integral, que permitiera la transmisión del contenido de la fe, pero también su dimensión celebrativa y vivencial. Una catequesis dinámica, atractiva, interpelante… que provocara de verdad el encuentro con quien nos amó primero. Una catequesis que posibilitara a todos sentir y responder a la vocación que sueña para cada uno el Señor. Y todo ello, en formatos nuevos: digitales, pero reales.

El llucmayorense se ha marchado. Como se preguntó Mons. Juan José Omella, Arzobispo-Cardenal de Barcelona, en la misa funeral en la catedral de Barcelona del 14 de febrero: «¿Por qué tan pronto?». No hay respuesta para esto. Pero la diócesis que le conoció como un buen pastor, se despidió de él definitivamente el día de los enamorados. Un guiño más. Es lo que quería: que fuéramos unos enamorados del Señor. No de él, del Señor.

El bisbe vivió su etapa de enfermedad como un tiempo de gracia. Sintiendo y dando gracias por todo el bien generado en este último tiempo a su alrededor. Aunque nos pidió que rezáramos al beato mártir Juan Roig para que intercediera por su curación, con más fuerza nos decía que los planes de Dios son más grandes. Estos, con frecuencia, se nos escapan… aumenta nuestra fe.

Quienes nos quedamos cuidando la viña del Señor estamos convencidos de que tenemos un nuevo intercesor junto al Padre. Ojalá que le acoja en su seno, para que este sencillo bisbe catequeta pueda seguir inspirándonos, animándonos, ilusionándonos y acercándonos, de la mano de María, hacia el Padre, por el Hijo, en el Espíritu.

Gracias por tu vida entregada y consumida como un cirio, bisbe Toni.

Mn. Alberto Para

Director del Secretariado de Catequesis de Barcelona.

Institución de Catequista de Rosa Abad

El pasado domingo 23 de enero (Domingo de la Palabra), Rosa María Abad León, catequista de la Diócesis de Madrid y miembro de la Asociación Española de Catequetas, recibió de manos del papa Francisco el ministerio de Catequista.

Así fue. Una vez que el papa Francisco ha instituido el ministerio del catequista por el motu proprio Antiquum Ministerium y habiendo sido aprobado por la Congregación para el Culto Divino el Rito de dicha Institución, el propio Pontífice ha querido impulsar el desarrollo de este ministerio en la Iglesia Universal, instituyendo, en la Basílica de San Pedro, a un grupo de catequistas provenientes de todo el mundo.

Entre los primeros ministros de la catequesis que han recibido este ministerio eclesial de manos del Santo Padre, estaba una catequista de Madrid, Rosa María Abad León, catequista de la Parroquia del Santísimo Cristo de la Víctoria, miembro del Equipo de Expertos de la Delegación de Catequesis del Arzobispado de Madrid, y socia de la Asociación Española de Catequetas (AECA).

Texto del Prefecto de la Congregación para el Culto divino sobre el rito de institución del ministerio del Catequista: https://bit.ly/3K06ucP

Habiéndole pedido el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización al Arzobispo de Madrid, Cardenal Carlos Osoro, que propusiese a una catequista de la Archidiócesis de Madrid, para formar parte de este grupo de primeros ministros de la Catequesis de la Iglesia, el Cardenal Arzobispo, oyendo al Consejo Episcopal de la Diócesis y al Delegado Episcopal de Catequesis, decidió proponer a Rosa María Abad para dicha designación. Entre las razones que han llevado a esta propuesta se encuentran su condición de laica, su rica experiencia y buen hacer como catequista parroquial de infancia, su formación y la colaboración que mantiene con la propia Archidiócesis a través del Equipo de Expertos de la Delegación Episcopal de Catequesis, del que forma parte desde su creación en 2015. En este equipo, son dignas de mención las aportaciones que, en calidad de catequista de base, hace para el discernimiento de los criterios, los itinerarios y los métodos diocesanos para la catequesis. También ha pesado para su designación el que sea miembro de la Asociación Española de Catequetas (AECA).

Carta de Alvaro Ginel a Mons. Amadeo Rodríguez Magro

Carta de Álvaro Ginel, presidente de AECA, a Mons. Amadeo Ródriguez Magro con motivo de la aceptación de su renuncia como obispo de la Diócesis de Jaén por el Santo Padre Francisco

(26 de octubre de 2021)

Querido don Amadeo: en nombre de AECA, le hago llegar nuestro saludo fraterno y cálido porque entra en la «edad» del júbilo, que es una gracia de Dios.

Atrás quedan muchos favores a la Iglesia, mucho suavizar y «templar gaitas» para que resplandeciera más la misericordia que la ley en medio de la Iglesia.

Esperamos que el Señor le conceda una larga vida con mucho quehacer después de la experiencia adquirida… Obispos como «nuestro D. Elías Yanes», también miembro de AECA, ¡¡cuánto hizo después de jubilarse!! Las puertas de la Asociación están siempre abiertas de par en par.

Aunque tendremos ocasión de una «celebración» más extensa que este saludo, queremos  significativo. La Catequesis de la Iglesia de España le debe mucho, aunque no sea más que haber logrado una Comisión Episcopal de Evangelización, Catequesis y Catecumenado…, y quedar para la historia como el primer Presidente de la nueva Comisión… ¡Se lo merece!

Con la muestra de cariño va también nuestra plegaria ante el Señor para que le conceda «días de bonanza» en el servicio a la Iglesia como el Espíritu le señale.

En nombre de AECA y en el mío propio, un abraso.

Álvaro GINEL sdb

Presidente de AECA.

Informaciones del Consejo Directivo de AECA

A continuación, se informa de algunos temas tratados en la primera reunión del nuevo Consejo Directivo mantenido el pasado 8 de enero.

– Elevar a escritura pública los acuerdos de la Asamblea y del Consejo directivo.

Para que los acuerdos tomados en la Asamblea y en el Consejo Directivo tengan efectos oficiales es preciso realizar gestiones ante la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, después elevar los acuerdos a públicos con un acta notarial y, por último, presentarlos ante la Dirección General de Libertad Religiosa del Ministerio de la Presidencia.

– Realización de diversas tareas:

  • Gestionar el cambio de firma del tesorero ante el Departamento de Entidades religiosas del Banco Santander
  • Consultar y resolver el tema de Protección de datos, Aviso legal y Política de privacidad de la Asociación.
  • Actualizar la lista de socios.
  • Renovar los contactos con las Asociaciones hermanas (SCALA, AICA…).
  • Hacer un seguimiento de la publicación del Comentario del nuevo Directorio.

– Primer esbozo de la Jornadas

Las Jornadas se celebrarán del día 5 (lunes-tarde) al 7 (miércoles-mediodía). Según lo acordado en la Asamblea, el tema sobre el que se reflexionará será sobre el 50 aniversario de la publicación del RICA. Se esboza de esta manera:

  • Día 5 tarde: Jornada; conferencia de tipo histórico conectándola con el presente
  • Día 6 mañana: Jornada; conferencia de algún catequeta extranjero sen el que nos hable de la experiencia del catecumenado en su país.
  • Día 6 tarde: Asamblea y visita cultural.
  • Día 7 mañana: Jornada; mesa redonda de la situación actual española, se primaría la intervención de miembros de AECA.

Se comenta la necesidad de que haya momentos de participación entre los miembros de la asociación. También es necesario que, dado el 40 aniversario de la AECA, ofrecer un espacio para hacer memoria del camino recorrido.

TEXTOS DE LAS JORNADAS

En pleno repunte de la Pandemia, la Asociación retomó la celebración de sus Jornadas anuales, suspendidas por esta misma causa en el año 2020. Esta vez, las Jornadas se redujeron a la mañana del 6 de diciembre de 2021 y se celebraron por vía telemática. Bajo el título La catequesis y los catequistas, la Jornada se diseñó como una mesa redonda en la que, a partir del nuevo Directorio y el Motu proprio del papa Francisco Antiquum ministerium, cuatro miembros de AECA reflexionaron sobre la figura del catequista en cuatro planos superpuestos: Miguel López Varela (dimensión teórica); Pelayo González (entre la teoría y la práctica), Alberto Para (la relación con los catequistas y Rosa Abad (la experiencia de una catequista de base. A continuación, recogemos los esquemas desarrollados de sus intervenciones:

Miguel López, La catequesis y el catequista en el nuevo Directorio para la Catequesis

Introducción

  • Siete minutos para exponer siete cl aves que definen las relaciones entre la catequesis y el catequista;
  • Se evidencian las profundas relaciones (intrínsecas) que existen entre la catequesis y el catequista en el nuevo DC.

La catequesis, etapa privilegiada en el proceso de evangelización para la transmisión de la fe (DC 56)

  • La catequesis había sido definida por el anterior Directorio como “un servicio fundamental, interior a la evangelización” (DGC-1997, 33a) y como “‘momento’” esencial de la misma” y “servicio eclesial fundamental en la realización del mandato misionero de Jesús” (DGC-1997, 59; 63).
  • Ahora, en el actual Directorio, se presenta como una “etapa privilegiada” (DC 56).
  • Por lo tanto, ya no sólo es esencial, en cuanto que imprescindible para cumplir con la misión evangelizadora de la Iglesia, sino que ahora es considerada un momento a privilegiar en todo el proceso de evangelización; pero también:
    • en las situaciones de nueva evangelización (DC 48-54): es el primer Directorio para la catequesis de la nueva evangelización (elaborado por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización).
    • en la nueva etapa evangelizadora (DC 38-41): caracterizada por la alegría de un renovado impulso misionero o anuncio misionero (EG 262; 1, 11, 17, 287).
  • Las consecuencias prácticas de esta afirmación son inmediatas: la catequesis debe ser de nuevo centro y corazón de toda la actividad evangelizadora de la Iglesia:
    • es urgente, prioritaria, preeminente, preferente, clave, principal, primordial, importante.
    • Los es en las diversas etapas o momentos de la evangelización en la que está presente: sobre todo en la etapa catequético-iniciática, pero también en la etapa misionera, con la pre-catequesis o catequesis kerigmática; y del mismo modo en la etapa pastoral (DC 32-37);
    • Lo es también en la nueva evangelización: una herramienta pastoral privilegiada para afrontarla.

Sin catequistas no hay catequesis, ¡ni evangelización! (DC, Parte I, Cap 3)

  • Esta afirmación, que es consecuencia de la anterior, parece una obviedad, algo que hay que dar por descontado y que no hace falta afirmar. Pero dicha en este modo resuena con la fuerza suficiente para darnos cuenta de la grandísima importancia de los catequistas en la catequesis.
    • Hasta el punto de que podamos afirmar que el catequista es la catequesis;
    • Por eso el papa ha instituido el ministerio, de modo que se asegure de manera estable este servicio esencial en la edificación de la Iglesia y en su misión evangelizadora.
    • Como dice el Papa Francisco: “En tantas diócesis, en tantos continentes, la evangelización fundamentalmente está en manos de un catequista. Demos las gracias a los catequistas, a las catequistas, por el entusiasmo interior con que viven esta misión al servicio de la Iglesia” [Red Mundial de Oración del Papa, Vídeo XII del Papa Francisco. Diciembre 2021: Los catequistas, en: <https://thepopevideo.org/?lang=es> (30-11-2021)].
  • Esta importancia que el DC da a los Catequistas se puede comprobar en:
    • Es el primer Directorio que dedica un capítulo a sé, independiente a los catequistas y otro a su formación: PARTE I – CAPS 3 y 4.
    • El actual DC Lo rescata de la QUINTA y última PARTE, CAP 1 en el DGC-1997, y lo traslada a la PARTE I, donde se trata de la catequesis dentro del proceso de evangelización
  • Se trata ésta de una gran novedad, con una serie de implicaciones teóricas de fondo para nuestra reflexión:
    • el catequista se convierte en un elemento intrínseco, esencial, al mismo acto y proceso de la catequesis. Forma parte de su identidad y naturaleza.
    • preparó o anticipó la posterior institución del ministerio de Catequista.
    • En este sentido, se puede afirmar que el catequista siempre “primerea” a la catequesis, al acto y al proceso de catequesis.
  • Pero trae también una serie de implicaciones prácticas. Es importante, imprescindible, crucial:
    • asegurar los catequistas en nuestras comunidades;
    • despertar la vocación de catequistas en los seminaristas, sacerdotes y obispos, los primeros catequistas;

Catequesis en “clave misionera y kerigmática” según la Evangelii gaudium (DC, Introducción 2-3)

  • La clave misionera o evangelizadora es lo más característico del nuevo Directorio:
    • La peculiaridad del DC:

“El estrecho vínculo entre la evangelización y la catequesis es la peculiaridad de este Directorio. Este pretende proponer un camino en el que estén íntimamente unidos el anuncio del kerigma y su maduración”: “la primacía de la evangelización” (DC, Presentación, p. 12).

  • El criterio de redacción:

“El criterio que ha motivado la reflexión y la redacción de este Directorio” es “la primacía del kerigma” (DC, Presentación, p. 13), tal como lo pide la EG (nn.164-165).

  • El camino que marcan las tres partes del DC

“Las tres partes de este Directorio para la catequesis desarrollan, por lo tanto, el camino catequético bajo la primacía de la evangelización” (DC, Presentación, p. 13).

  • Esta perspectiva general define las características de la nueva catequesis según el actual Directorio (DC, Introducción, 2-3); una catequesis para la nueva etapa evangelizadora y para la nueva evangelización:
    • Kerigmática:
    • una catequesis basada en la “primacía del kerigma” (DC, Presentación, p. 12).
    • por eso también denomina catequesis “en clave kerigmática y misionera” (DC 65) o “como eco del kerigma” (DC 59):
    • una catequesis que “sea una ‘profundización del kerigma, que se va haciendo carne cada vez más y mejor’ (EG, n. 165)” en cada creyente (DC 57; cf. DC, Presentación, p. 11).
    • Es la gran propuesta de todo el Directorio (DC, Presentación, p. 11), propia de la exigencia misionera del “momento actual de la nueva evangelización” (DC 66).
    • Se inspira en la precatequesis (o catequesis kerigmática o protocatequesis) del precatecumenado (v. DGC-1997, 62).
    • Como iniciación mistagógica:
    • una catequesis que:

introduzca progresivamente “al creyente en la experiencia viva de la comunidad cristiana, ámbito propio de la vida de fe”.

a través de la intervención de toda la comunidad y la valoración de los signos litúrgicos de la iniciación cristiana (cf. DC, Introducción, 1 y 2; EG 166).

  • Inspirándose en el catecumenado, este rasgo reclama también para la catequesis “una explícita intención misionera” (DC 61), o “un connatural tono misionero” (DC 64) en cuanto que se busca una maduración de la fe y la conversión inicial.
  • Al servicio de la nueva evangelización:
  • una catequesis que, atendiendo a algunos “acentos” particulares, se caracteriza por ser (v. DC 48-54):
  • “‘en salida misionera’”,
  • “bajo el signo de la misericordia” y
  • “como ‘laboratorio’ de diálogo”.
  • Además, puesta al servicio de la inculturación de la fe (v. DC 394-408 y 42-47).

Clave teleológica de la catequesis: el encuentro vivo con Cristo en la Iglesia (DC 75; Introducción 4b)

  • La situación actual (de misión) urge a la catequesis a tener “una atención especial para que cada persona pueda acceder al encuentro con Cristo” (DC 48; 75), un “encuentro personal y existencial con la persona viva de Jesucristo” (DC 265), que es el inicio del camino de la catequesis, tal y como solicitaba el anterior Directorio (DGC 29, 62).
  • Esta intencionalidad marca el “centro de todo el proceso de catequesis” y la renovada finalidad que ésta adquiere en el nuevo Directorio:

“iniciar a los creyentes en la vida cristiana equivale a llevarlos al encuentro vivo con Él”, el cual “transforma la vida” (DC 75; DC, Introducción, 4b).

“guiar al catecúmeno hacia un encuentro pleno con el misterio de Cristo en la vida de la comunidad” (DC 63).

  • La catequesis, por lo tanto, “conduce al creyente al encuentro personal con Jesucristo a través de:
    • La Palabra de Dios,
    • la acción litúrgica y
    • la caridad,

“integrando todas las dimensiones de la persona, para que crezca en la mentalidad de la fe y sea testigo de la nueva vida en el mundo” (DC 65; 63; DC, Introducción, 1).

  • El Encuentro entendido como maduración del kerigma y de la propia y original respuesta de fe (cf. DC, Introducción 3):
    • La contribución “esencial” de la catequesis para promover este encuentro es:
      • la “interiorización de la fe”
      • La maduración de la “propia y original respuesta de fe” del creyente (DC, Introducción, 3 y 1).

Hay en el DC una visión personalista de la fe: “en términos de relación con el Señor (DC, Introducción, 4e)”.

  • Para referirse a esto el DC emplean términos como:
    • “acogida”,
    • “apropiación subjetiva”,
    • “interiorización”,
    • “recepción personal” y
    • “personalización” de la fe y su experiencia (cf. DC 396 et al.).
  • Cumplir esta finalidad implica tener en cuenta:
    • Que el acompañamiento va íntimamente unido a la finalidad:
      • Que se acompañe al creyente para que “crezca en la mentalidad de la fe y sea testigo de la nueva vida en el mundo” “‘hasta que lleguemos a la medida de Cristo en su plenitud’ (Ef 4,13)” (DC 260).
      • “una mentalidad de fe conforme al Evangelio” (DC 77), o “mentalidad cristiana” (DC 71), “hasta que gradualmente lleguen a sentir, pensar y actuar como Cristo” (DC 77),
      • “En una dinámica de transformación” “para el nacimiento del hombre nuevo (cf. Ef 4,24) y para la transformación espiritual personal (cf. Rom 12, 2)” (DC 76):
      • una transformación espiritual de la persona o “del hombre viejo” (DC 71), que se traduce la existencia del discípulo de Cristo en un estilo de vida propio (cf. DC, Introducción, 1).
      • La experiencia personal del creyente.

Clave catecumenal de la catequesis: la catequesis como acción espiritual (DC, Introducción 3 y 4; 32), y como proceso de engendramiento y gestación (DC 110; 64d)

  • El DC asume y consagra el principio de la “inspiración catecumenal de la catequesis” (DC 61-65). Se puede comprobar en varios aspectos:
    • La inspiración pneumatológica de la catequesis:
      • Es una de las claves más originales, prácticamente ausente en el DGC-1997.
      • Aunque en realidad se trata, una vez más, de recuperar un elemento fundamental del catecumenado antiguo que el Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos puso de manifiesto:
      • el catecumenado como un itinerario espiritual (cf. RICA 19.2);
      • e inspirado en él, y al igual que la evangelización (DC 4d), la catequesis es “sobre todo” una “acción espiritual” (cf. DC, Introducción, 3 y 4d).
      • Con ella se subraya la importancia y centralidad del Espíritu en todo el proceso de catequesis:
        • “El verdadero protagonista de toda auténtica catequesis es el Espíritu Santo que, a través de la profunda unión que el catequista mantiene con Jesucristo, hace eficaces los esfuerzos humanos en la actividad catequística” (DC 112).
        • Por lo tanto, el Espíritu es en la catequesis “el verdadero autor de todo progreso en la fe” (DC 220).
        • Secundando su acción, la catequesis está llamada a “suscitar procesos espirituales en la vida de las personas para que la fe eche raíces y sea significativa” (DC 43).
  • La inspiración en la concepción catecumenal de gestación:
    • El desarrollo de esta perspectiva catecumenal constituye una de las aportaciones más genuinas del DC.
    • Una visión catecumenal que, por otra parte, viene a complementar la del anterior Directorio, que había adoptado la imagen de tirocinio, noviciado militar o “aprendizaje de toda la vida cristiana” (DGC-1997, 67b).
    • El nuevo DC recupera una de las imágenes con las que se explicaba el catecumenado bautismal de la antigüedad cristiana, la gestación[1].
    • Esta concepción, que urge a la catequesis a promover procesos de gestación y de maduración de la vida cristiana, es una constante a lo largo de todo el Directorio. Reiterativamente se alude a ella:
  • insistiendo en la importancia de madurar la respuesta y adhesión de la fe, como se ha visto.
  • También se señalan algunos “elementos del proceso catequístico, como la relación, el diálogo, la reflexión, el silencio, el acompañamiento” que son necesarios para que esto se produzca (v. DC 203; cf. DC, Introducción, 3).
    • Esta perspectiva de la gestación conecta directamente:
  • con una renovada concepción de la iniciación cristiana como iniciación a la “vida cristiana”:

“un significado que ha ido madurando en diversas Iglesias, se trata de la catequesis de iniciación a la vida cristiana” (DC 65).

que consecuentemente conecta con la finalidad de la catequesis:

“encuentro personal y existencial con la persona viva de Jesucristo” (DC 265).

  • Ésta perspectiva de gestación se une también a la dimensión dialogal, de la que hablaremos a continuación, y la cual define tanto la tarea de la catequesis como la del catequista:
  • la tarea de la catequesis como hacer hijos de Dios, de llevar a los creyentes a una relación filial (cf. DC 17): la catequesis busca transformar al creyente en una nueva creatura, dándole “un nuevo ser, un ser filial que lo hace hijo en el Hijo” (cf. DC 20; cf. DC, Introducción, 3):

“La catequesis tiene la tarea de hacer resonar en el corazón de cada cristiano la llamada a vivir una vida nueva, conforme a la dignidad de los hijos de Dios recibida en el Bautismo y a la vida del Resucitado que se comunica por los sacramentos” (DC 83).

  • La tarea del catequista, que en virtud de su vocación eclesial:

“al catequista se le hace partícipe de la misión de Jesús que conduce a sus discípulos a entrar en relación filial con el Padre” (DC 112).

Clave comunitaria de la catequesis, del catequista y de su formación (DC 111 y 133) 

  • Principio: sin comunidad no hay catequesis, pero a la vez, sin catequesis no hay comunidad.
    • Se retoma así el axioma establecido por el anterior Directorio, y según el cual la comunidad es “el origen, lugar y meta de la catequesis” (DC 133; DGC-1997, 254).
  • Pero, a la vez, a la comunidad se le dota de una nueva significación (connotación), en consonancia con la mencionada concepción catecumenal de concepción-gestación que hemos visto: seno materno (lugar natural) de la Iglesia para la generación y engendramiento, gestación, nacimiento, crecimiento y maduración a la vida cristiana:
    • Como “misterio de comunión”, la Iglesia “está animada por el Espíritu, que la hace fecunda para generar nueva vida” (DC, introducción, 4c).
    • Así es como la comunidad se convierte en:
      • el “lugar natural de generación y maduración de la vida cristiana” (DC 2);
      • el “seno materno de la Iglesia” del que nace el cristiano (DC 21);
      • el “seno materno en el
      • que nace y crece” la vida cristiana (cf. DC 133; 21, 131); en el que se “engendra a los hijos de Dios” (DC 110; 64d).
    • En consecuencia (con repercusiones para la praxis catequística y no sólo para la reflexión catequética), la comunidad es considerada el “sujeto de la catequesis” (DC, Cap. IX).
      • Por consiguiente, la comunidad es el primer catequista o catequista colectivo:
        • “Se reconoce el papel fundamental de los bautizados. En su dignidad propia de hijos de Dios, todos los creyentes son sujetos activos en la tarea catequizadora, no usuarios o receptores pasivos de un servicio y, por ello, llamados a convertirse en auténticos discípulos misioneros” (DC, Introducción, 4e).
        • “Toda la comunidad cristiana es responsable del ministerio de la catequesis, pero cada uno según si condición particular en la Iglesia” (DC 111).
        • “El catequista pertenece a una comunidad cristiana y es expresión de ella. Su misión se vive dentro de una comunidad que es el primer sujeto de acompañamiento en la fe” (DC 111).
        • “La comunidad es el seno materno en el que nace y crece la vocación específica para el servicio de la catequesis” (DC 133)
        • “El lugar por excelencia para la formación del catequista es, por tanto, la comunidad cristiana, que en la variedad de sus carismas y ministerios, es el ambiente ordinario en el que se aprende y se vive la vida de fe” (DC 133).
      • Exigencias que se dan para la reflexión catequética y la acción catequizadora:
        • Hay que asegurarse de que nuestras comunidades sean lugares de encuentro, comunitarios, de acogida.

Clave dialógica de la catequesis y del catequista: acompañar el diálogo de la salvación entre Dios y el ser humano (DC 165); catequista acompañante (DC 113c)

 La catequesis se describe como un itinerario de fe de tipo dialogal: [diálogo filial]:

“una acción pedagógica al servicio del diálogo de la salvación entre Dios y el ser humano” llamado a convertirse en hijo de Dios (cf. DC 165).

  • El catequista como un facilitador de este diálogo:

“…al catequista [en virtud de su vocación y llamada] se le hace partícipe de la misión de Jesús que conduce a sus discípulos a entrar en relación filial con el Padre” (DC 112).

  • El catequizando es considerado un interlocutor (cf. DC 58 y 59).
  • El mismo catequista es un interlocutor:
    • “El nuevo anuncio del Evangelio pide a la Iglesia [al catequista] que, junto con sus interlocutores, escuche de nuevo el Evangelio” (DC 59).
  • En consecuencia, se entiende ahora que en la catequesis se necesite (¡necesariamente!) el acompañamiento personal de los procesos de crecimiento, tal y como lo señala el Papa Francisco (v. EG 169-173; 24).
    • Sin él, no es posible alcanzar el objetivo último de la propuesta catequética (cf. DC, Introducción, 3).
  • El catequista se convierte así en un acompañante (DC 113c).

Pelayo González, Catequesis entre la teoría y la práctica

Hace tiempo que somos conscientes del “cambio de escenario para la fe”, del cambio epocal que estamos viviendo, con las consecuencias y retos que esto plantea al anuncio del Evangelio y a la iniciación en la fe (Cf. DC 38).

La novedad del actual contexto socio-cultural sitúa a la Iglesia en una “nueva etapa evangelizadora”, lo que implica “que todos los momentos del proceso evangelizador se abran aún más a la acción renovadora del Espíritu del Resucitado” (DC 39); “la catequesis forma parte, por derecho propio, del gran proceso de renovación que la Iglesia está llamada a realizar” (DC 1).

Estas constataciones y reflexiones nos han ido mostrando la necesidad de plantear un nuevo paradigma de la pastoral, un nuevo paradigma de la iniciación cristiana y, en consecuencia, una nueva praxis catequética.

Hace ya unos años que, en este ámbito de AECA, abordamos de manera amplia esta temática, planteando la necesidad de un giro histórico en la iniciación cristiana. Todo ello confluyó en el primer cuaderno AECA: “Hacia un nuevo paradigma de la iniciación cristiana hoy”. Una reflexión y una propuesta que, a mi modo de ver, recobra actualidad a la luz del nuevo Directorio para la catequesis (DC).

Una “Iglesia en salida misionera” requiere una “catequesis en salida misionera”, así lo plantea el DC. Una catequesis que responda a la falta de fe adulta; a la necesidad de una fe madura, experimentada y hecha vida.

Desde esta clave, tan fundamental en el DC, y algunos de los ejes que la configuran, considerados prioritarios en estos momentos, quiero realizar este diálogo entre teoría y práctica.

  1. Clave vertebradora: mentalidad misionera

Una catequesis en clave misionera lo primero que pone en juego es una nueva mentalidad, una “mentalidad misionera” (DC 303) que oriente y promueva una nueva práxis.

Nueva mentalidad y nueva práxis en responsables y coordinadores de la catequesis, en catequistas y agentes de pastoral, en familias, comunidades, movimientos, equipos de gobierno, de animación pastoral, etc., para que, como dice el Papa Francisco, “las cosas no sigan como antes”. Es “la conversión pastoral y misionera” que nos propone en EG (n. 25).

Mentalidad que se refleja, como realidad y reto, en la tan repetida expresión de Tertuliano: “El cristiano no nace, se hace”. Ahora bien, en sintonía con lo que opina Stijn Van den Bossche, presidente del Equipo Europeo de Catequesis, pienso que “ya hemos aceptado la primera parte de la frase: de hecho se observa que no nacemos cristianos”, pero todavía no hemos aceptado la segunda parte: “reorganizar nuestra vida de Iglesia con el fin de llegar a ser cristianos” (Sinite, n. 172, p. 282). Una afirmación que nos sitúa en el meollo de la realidad, y es aquí donde nos encontramos con la dificultad, la contradicción y cierto cansancio pastoral.

La reflexión, los planteamientos, las propuestas teóricas parecen, “grosso modo”, bastante claras, compartidas y asumidas por una amplia mayoría. La dificultad surge en el aterrizaje y concreción de los planteamientos teóricos, en el paso de la reflexión a la praxis concreta. Es aquí donde se advierte cierto bloqueo. Se percibe desasosiego, cansancio, desorientación. Constatamos un salto, una distancia importante entre teoría y práxis que no acabamos de salvar.

Encontramos dificultades para avanzar, para dar pasos significativos hacia lo que vemos y se nos propone:

– A veces, porque se comprende, se acepta el planteamiento, pero no siempre se asumen sus implicaciones, lo que supone en la práctica, lo que replantea, lo que remueve.

– Otras, por temores, miedos, inseguridades de diverso tipo. El miedo a traicionar la memoria y la tradición; el miedo a equivocarnos, a fracasar…

– O bien, no se sabe cómo ir más allá de los “moldes” conocidos, las estructuras, las dinámicas organizativas tradicionales; cómo ir avanzando desde lo que tenemos hacia lo que soñamos. Las inercias sociales y eclesiales, con frecuencia, nos arrastran y nos cuesta convertirlas en oportunidades de renovación.

Por otra parte, la “mentalidad misionera” pide adivinar, crear, ensayar…, y no hay costumbre, no hay fórmulas, pocas referencias… Necesitamos fomentar la búsqueda común, la apuesta conjunta y el apoyo decidido desde ámbitos institucionales.

No obstante, se observa un convencimiento extenso y una apuesta amplia y decidida por avanzar en esta dirección: catequistas, animadores de pastoral y comunidades que están abriendo camino con pequeños pasos o no tan pequeños. Se cuidan y perciben tonos, acentuaciones, dinámicas desde este enfoque y perspectiva; se van consolidando direcciones, prácticas, experiencias; aunque nos falta entrenamiento, equipamiento, herramientas para avanzar más decididamente, más significativamente, más colectivamente.

  1. Algunos ejes configuradores

Para llevar adelante la renovación de la catequesis que deriva de esta nueva mentalidad, el DC plantea y acentúa algunos características o rasgos, configuradores de una catequesis misionera: primer anuncio, kerigma y catequesis; catequesis mistagógica; comunidad y relaciones; acompañamiento y acompañantes.

2.1. Primer anuncio, kerigma y catequesis

El primer eje gira en torno a estas tres expresiones que se refieren a realidades distintas, pero estrechamente vinculadas entre sí. No es momento ahora de matizar los términos, de detenernos en la claridad o ambigüedad con que se usan, ni de precisar hasta dónde llega uno y dónde comienza el otro, se trata más bien de mirar la realidad y cómo repercute en ella el contenido de estas expresiones. Cómo, en la práctica, nuestras catequesis tienen que conjugar el contenido de estas tres palabras, más allá de las distinciones teóricas que realizamos y necesitamos para la reflexión catequética.

“La catequesis está llamada a ser ante todo un anuncio de la fe” (DC 57). Se plantea, por tanto, una catequesis que anuncia el Evangelio, que propone la Buena Noticia pero que, a la vez, se preocupa por la respuesta, por cómo se acoge, se recibe, se interioriza: “sólo unca catequesis comprometida en que cada persona pueda madurar su propia y original respuesta de fe podrá lograr el objetivo” (DC 3).

Al analizar la realidad de la catequesis y valorar su repercusión en la respuesta de fe de quiénes han participado en ella, solemos reconocer mayoritariamente que tenemos dificultades para iniciar en la fe; que se queda en un “barniz” más o menos superficial, que no cala, no empapa, no impregna el corazón; el Evangelio no transforma, no configura, ni dinamiza a la persona como “discípulo misionero”. La fe parece quedarse en una creencia difusa que no tiene consecuencias reales sobre la persona.

¿No está resonando en esta constatación una llamada a prestar más atención y cuidado a la acogida del anuncio, a la recepción, a como se digiere e interioriza por los interlocutores?

¿Se tiene presente esta dimensión en los planteamientos concretos de catequesis, en las realizaciones, en los modos y metodologías, en las dinámicas organizativas; es algo claro y prioritario en catequistas y agentes de pastoral?

¿Nuestras catequesis, no siguen demasiado centradas en lo discursivo y nocional?

La dedicación mayor en tiempo y en atención suele ser a la propuesta (momento, modos, contenido), y no estamos tan pendientes de la acogida y la respuesta; o quizás no sabemos, no estamos preparados o suficientemente entrenados en el cómo acompañar la acogida y la respuesta.

Parece oportuno y necesario cultivar y activar capacidades y recursos espirituales internos, dinamismos de apertura a la fe; prestar atención a la necesaria infraestructura humano-espiritual que ayuda y capacita para desvelar el misterio que nos habita, etc.

La mayoría de los procesos catequéticos siguen muy vinculados a los momentos sacramentales, con las posibilidades que esto ofrece y los condicionantes que conlleva.

Cobra cada vez más importancia un elemento del que ya hace tiempos que venimos hablando: pasar de los cursos a los itinerarios personales, o ir haciendo que los cursos temporales hagan posible itinerarios personales y grupales. Un itinerario personal es una experiencia vivida que repercute en todo el ser y en todas las dimensiones de la persona.  Es una inmersión en la realidad, un baño existencial del que uno sale afectado y en parte trasformado.

Este primer eje nos lleva a pensar en el anuncio, pero también en la acogida, la recepción, la interiorización, la personalización del mismo por cada persona. Es importante el qué, el cuándo y el cómo del anuncio, pero también y, quizás en estos momentos de manera más apremiante, el cómo se acompaña la respuesta de fe de la persona, de los grupos, de las comunidades, ayudando así a generar la propia fe.

La “receptio”, con lo que conlleva de acompañamiento, interiorización y personalización, se convierte en algo clave, en elemento fundamental de la catequesis hoy.

2.2. Catequesis mistagógica

La mistagogía, con palabras de Martín Velasco, “es el proceso por el que una persona se inicia o inicia a otro en la experiencia personal de la Presencia de Dios”. El DC, por su parte, destaca la vinculación entre catequesis y mistagogía: “la catequesis como iniciación mistagógica introduce al creyente en la experiencia viva de la comunidad cristiana” (n. 2)

Desde esta perspectiva se plantea la catequesis como experiencia de vida cristiana. Lo que conlleva pasar de moldes y estilos escolares a estructuras y dinámicas mistagógicas, que permitan realizar itinerarios de búsqueda y crecimiento personal, de vivencia y experiencia de la fe.

La perspectiva mistagógica pone el acento en las experiencias vividas y a vivir, para ello habrá que favorecer formas, modos, dinámicas, metodologías que lo hagan posible:

“La tarea de la generación adulta que quiere transmitir la fe es fomentar las experiencias… La transmisión de la fe se basa en experiencias auténticas, que no deben confundirse con los experimentos: la experiencia proporciona claves interpretativas de la vida” (DC 371)

Las propuestas y realizaciones catequéticas, ¿no siguen estando muy pendientes de temarios y programas, de sesiones y contenidos, de equipamientos teóricos pero con poca vivencia y escasez de experiencia personalizada?

¿Estamos avanzando hacia una visión y una realización de la catequesis que va más allá de la “catequesis en sentido estricto”, fomentando una catequesis que integra y procura otros momentos y experiencias, o sigue girando todo en torno a la sesión semanal de catequesis?

¿Hasta qué punto, al programar y realizar la catequesis, se integran como parte de la misma otros momentos, espacios, acciones, vivencias…, más allá de las sesiones y temas?

Para avanzar en este tipo de catequesis: ¿no tendríamos que diseñar y realizar procesos que acojan e integren experiencias significativas y nucleares, acompañadas de espacios o momentos de reflexión, profundización, orientación y contraste con la memoria cristiana? Experiencias que impliquen las diversas dimensiones de la iniciación: de encuentro, grupo/comunidad, interioridad, servicio, solidaridad, oración, celebración, compromiso, etc.

También habrá que estar atentos para acoger, profundizar y acompañar las experiencias humanas fundamentales con toda su riqueza y sus posibilidades, como “materia prima” y “lugar” de iniciación.

Esta perspectiva reclama tener presente y practicar la pedagogía de la experiencia, que compagina la acción y la vivencia con la reflexión, la interiorización y la expresión. En esta línea se sitúa otro de los cuadernos AECA, “Talleres para la experiencia de Dios”. Fruto, también, del amplio proceso de reflexión sobre la iniciación cristiana realizado por nuestra asociación.

2.3. Comunidad y relaciones

El carácter comunitario de la catequesis se viene afirmando desde mucho tiempo atrás. La comunidad es mediación necesaria para despertar y madurar en la fe. La catequesis tiene lugar “entre otros” y “con otros”, poque quién se inicia no puede estar desconectado de los otros ni de la comunidad que lo acoge y acompaña.

Esto nos sitúa ante una cuestión recurrente, pero cada vez más urgente y esencial: la renovación/dinamización comunitaria, sinodal, iniciática y evangelizadora de parroquias y comunidades. Para que sean: “comunidades de aprendizaje”, “lugares de revinculación”, “espacios nutritivos”, “hogar y familia”, “baño eclesial”.

Todos conocemos intentos serios por avanzar en este camino. El proceso sinodal en el que estamos inmersos puede ser un buen revulsivo y nos brinda la ocasión para pisar el acelerador.

También son múltiples los esfuerzos por vincular la catequesis a las dinámicas comunitarias, a las demás acciones y expresiones de fe de la comunidad. Pero, a la vez, hay que reconocer las dificultades y la lentitud en los procesos comunitarios y en la toma de conciencia por parte de la comunidad, de las personas y grupos que la forman, de su responsabilidad en la iniciación en la fe.

El DC alude a la fe como relación dialogal. Hace referencia a lo relacional y a las relaciones cómo una dimensión importante de la catequesis misionera. Relaciones que provocan encuentros y llevan al encuentro: “hoy las parroquias están comprometidas a renovar sus dinámicas de relaciones, y hacer que sus estructuras sean más abiertas y menos burocráticas” (DC 301). A la vez que habla de la contribución de la catequesis en este aspecto, pues “está llamada a interiorizar nuevos estilos relacionales y comunicativos” (DC 303)

Una dimensión esencial en la evangelización, en la transmisión y vivencia de la fe, como afirma el Documento final del Sínodo sobre los jóvenes: “En las relaciones -con Cristo, con los demás, con la comunidad- es donde se transmite la fe… Lo que evangeliza es la calidad de las relaciones… La Iglesia está llamada a asumir un rostro relacional” (n. 122).

¿Los espacios comunitarios, los grupos de catequesis, las parroquias son lugares de encuentro, lugares cálidos para quien se acerca, quién pasa por ellas o participa en alguna de sus propuestas o actividades?

¿Son espacios permeables, abiertos, inter-conectados? ¿A qué se parecen más: a un archipiélago o a una red?

Este eje y la importancia de las relaciones nos sitúa ante el reto de facilitar conexiones, generar vínculos, cuidar relaciones, tejer redes que favorezcan los encuentros y las dinámicas comunitarias. La dimensión relacional, necesaria para ser y sentirse comunidad, demanda fomentar el contacto con grupos y personas, modelos de referencia creíbles y cercanos; facilitar experiencias grupales y comunitarias, de distinto tipo y a diversos niveles; provocar conexiones y momentos de grupo, inter-grupales, intergeneracionales, inter-parroquiales, zonales, diocesanas…

Hay que destacar y poner en valor realidades donde la catequesis se comprende y se realiza como parte de una dinámica comunitaria, de un proyecto de parroquia, de una concepción y un funcionamiento orgánico. Un modo de ser y hacer que va más allá de los organigramas, porque es algo que se ve, se palpa, se vive, tanto por los que dinamizan la parroquia como por los que participan, con diverso grado de implicación, en sus acciones, procesos y dinámicas.

Estas realidades y experiencia nos muestran la importancia de avanzar hacia una concepción y dinamización de la parroquia como “ecosistema”, donde todo está conectado: cada persona, grupo o equipo se siente parte de un todo; cada uno con sus procesos, su grupo, su sensibilidad, su carisma, sus momentos…, pero en conexión con el resto; con sentido de pertenencia y de corresponsabilidad en la misión compartida.

2.4. Acompañamiento y acompañantes

La tarea de iniciar conlleva la de acompañar. Así lo abordábamos en las jornadas de AECA en el año 2019: “Acompañar e iniciar en la vida cristiana”. Y en el año anterior, en el 2018, nuestras jornadas estuvieron centradas en “El acompañamiento en catequesis”. Lo que manifiesta el interés y la preocupación de nuestra asociación por este tema. Un interés que ahora se refuerza, pues es uno de los acentos recogidos explícitamente por el DC y un elemento que lo recorre:

“La comprensión que actualmente se tiene de los dinamismos formativos de las personas, exige que la íntima comunión con Cristo -señalada por el Magisterio anterior como objetivo último de la propuesta catequética- no sólo se considere como un valor en sí, sino que se tenga en cuenta el proceso de acompañamiento que supone”, de ahí “la importancia de que la catequesis acompañe la maduración de una mentalidad de fe” (DC 3).

“La tarea formativa de maduración humana, cristiana y misionera requiere un tiempo de acompañamiento porque hay que llegar al corazón que sustenta el hacer de la persona” (DC 139).

El acompañamiento aparece como un elemento del proceso catequético (Cf. DC 203), pero no sólo, también como una dimensión propia del estilo catecumenal Cf. (DC 64), de una pedagogía de la iniciación, de una pedagogía iniciática: “dar la mano a alguien para que empiece a vivir una experiencia y se adentre en ella” (AECA, “Hacia un nuevo paradigma de la iniciación cristiana hoy”, p. 39).

La catequesis como acompañamiento pide estar atenta al proceso interior de las personas, a su experiencia, a la diversidad de situaciones de las personas que se acercan y se inician en la fe.

En coherencia con este planteamiento, el DC concibe al catequista como “acompañante” y “experto en el arte del acompañamiento” (DC 113).

Considero que la concepción del catequista como acompañante va calando y tomando cuerpo. Se va comprendiendo y asumiendo lo que conlleva, aunque, a la vez, los catequistas se sienten un poco desvalidos y limitados para esta función; debido, por una parte, a la falta de preparación, de equipamiento, de formación en este aspecto y, por otra, a las limitaciones que conlleva una catequesis muy dependiente de las sesiones semanales.

Estamos ante una perspectiva que tiene mucho que aportar en el ser y hacer de los catequistas. Una catequesis que “no se centre únicamente en la transmisión de contenidos de la fe, sino también en el proceso de recepción personal de la fe” (DC 396) necesita de catequistas acompañantes. Catequistas que conozcan y asuman la nueva realidad, con una mentalidad misionera, equipados y capacitados para el arte del acompañamiento. Lo cual reclama una formación de catequistas que integre esta dimensión del acompañamiento y capacite para ello: sentido, actitudes, competencias, herramientas…

Conviene, también, considerar que, la iniciación cristiana, implica una red que acompaña. El proceso de iniciación cristiana está llamado a conjugar e integrar diversos modos, ámbitos, niveles y peculiaridades de acompañamiento. Acompañamientos diversos y específicos, que no se superponen, sino que se integran y se deberían complementar: catequista, grupo, familia, movimientos, comunidad que se siente responsable y acompañante… Quien se inicia necesita la compañía de quienes caminan con él y la experiencia y el testimonio de quienes van delante. Una red que acompaña, que confluye en torno al proceso de interiorización, de crecimiento personal y comunitario.

Según edades y situaciones habrá que prestar más atención o estar más pendiente de determinados modos y ámbitos de acompañamiento. En el caso de los más pequeños (niños/as) habrá que potenciar, en la medida de los posible, el acompañamiento de los adultos responsables, y generar ocasiones y espacios para que los padres puedan abrirse a la experiencia de fe y realizar su propio proceso.

La realidad nos muestra que, aunque existe un amplio abanico de experiencias de encuentro, de propuestas diversas de participación e inserción de las familias en los procesos catequéticos, sigue siendo un reto la implicación de los padres, el acompañamiento de las familias y su integración en las dinámicas comunitarias.

Necesitamos seguir reflexionando sobre lo que supone, lo que implica, lo que aporta y reclama esta dimensión del acompañamiento a la catequesis y a los catequistas, a las parroquias y comunidades.

Alberto Para, Experiencia de la relación del delegado de catequesis con los catequistas

Transmito mi experiencia en mi condición de Director del Secretariado Diocesano de Catequesis del Arzobispado de Barcelona.

Llevo casi 3 años realizando este servicio. Por tanto, tan solo he podido otear la realidad catequética desde la atalaya diocesana en unas circunstancias muy concretas: las de la pandemia. Lógicamente, esto supone que mi experiencia todavía necesita crecer y desarrollarse en ambientes menos excepcionales.

Antes que nada, conviene aclarar que aunque me refiera todo el tiempo a la relación entre el Delegado y los catequistas de la Diócesis, esta debe entenderse en un sentido más amplio. Es notorio que la labor de la animación de la catequesis es una tarea que no debería realizar el responsable por sí mismo, sino que lo ideal es que sea una tarea compartida. Y, por ende, la relación debería ser entre todos los miembros del equipo y todos los catequistas a los que sirven.

Dejando claro lo anterior, cabe destacar que para hablar de la relación del Delegado con los catequistas, me voy a fijar en el núm. 1 del CEC, que habla de la relación de Dios con la humanidad.

El primer núm. del CEC nos recuerda que «Dios […] ha creado libremente al hombre para hacerle partícipe de su vida bienaventurada. Por eso, en todo tiempo y en todo lugar, se hace cercano al hombre: le llama y le ayuda a buscarle, a conocerle y a amarle con todas sus fuerzas.»

Es decir, Dios se hace cercano al hombre de una manera determinada. Yo pienso que el responsable diocesano de la catequesis puede inspirarse en el ejemplo divino para cuidar su relación con los catequistas de la Diócesis.

Este es, precisamente, el esquema que voy a seguir:

El Delegado llama al catequista

El Delegado ayuda al catequista a buscar a su Diócesis

El Delegado ayuda al catequista a conocer más y mejor cómo catequizar

El Delegado ayuda al catequista a amar más a su Delegación

1.- El Delegado llama al catequista

Al igual que Dios llama a cada uno de nosotros, el Delegado está invitado a hacer lo mismo con los catequistas de la Diócesis.

Cuando empecé el servicio encomendado, no conocía a prácticamente nadie. Por ello, la comunicación resultaba prácticamente imposible. En mis inicios, la única forma que tenía para comunicarme era escribiendo una carta que la enviaba a la Secretaría General del Arzobispado, quien, a su vez, la enviaba a los párrocos de las distintas parroquias.

Es una forma que puede mejorarse. De hecho, el Arzobispado de Barcelona ha optado por enviar un correo-e cada lunes por la mañana con todas informaciones y convocatorias de parte de todas las Delegaciones y Secretariados. De esta manera, se ha evitado que los destinatarios reciban muchas, demasiadas, comunicaciones individuales.

Ahora bien, el objetivo debería ser poder comunicarse directamente con los catequistas. Entre otras cosas, porque cuantos menos intermediarios utilicemos en la comunicación, mejores garantías tendremos de que llegue el mensaje.

Así que, desde el primer día, allí donde iba, llevaba conmigo formularios para que quien estuviera interesado pudiera facilitarme sus datos.

Con la pandemia, además, comenzamos a utilizar formularios en línea, con programas que no había oído hablar en mi vida (p. ej. typeform o zoho forms…).

La cuestión es que, poco a poco, después de casi 3 años, tenemos una base de datos con más de 500 personas interesadas en recibir las comunicaciones del Secretariado de Catequesis, de los que unos 90 son coordinadores parroquiales o arciprestales de catequesis.

Por tanto, una primera conclusión es que el Delegado debe poder llamar a alguien que quiera escucharle. Tener una hoja de Excel con los datos de los interesados es el primer ingrediente para poder llamar a los catequistas.

Una segunda recomendación: Creo que es más eficaz enviar pocas cosas de vez en cuando, pero que resulten de interés, a muchas cosas que no necesariamente tienen que ver con la catequesis.

A modo de ejemplo, el Secretariado envía:

– Un mailchimp al mes con una lectio divina que preparamos en colaboración con la Escuela de Animación Bíblica de Barcelona y que está recomendada para ser rezar en comunidad (los equipos de catequistas, p.ej.).

– Un mailchimp cada vez que el Secretariado de Barcelona o el SIC (Secretariado Interdiocesano de Catequesis de Cataluña y de las Islas Baleares) organiza una actividad.

La siguiente fase, para tener otra forma de comunicación, es tener una página web. Confío en que la podamos tener activa antes de finalizar el presente curso.

2.- El Delegado ayuda al catequista a buscar a su Diócesis

De la misma forma que Dios ayuda a que el hombre le busque, el Delegado tiene que seducir a los catequistas a participar de la vida de la Iglesia a nivel diocesano.

Todos somos conscientes de que participar en una parroquia, p. ej., ya es participar de la vida diocesana. Pero me refiero a que el Delegado tiene que ser capaz de animar a que los distintos grupos de catequesis que caminan en cada comunidad cristiana se conozcan entre sí, compartan experiencias, sueños y anhelos. Esto no ocurre de la noche a la mañana, ni siempre…

Para ello, sugiero dos cosas:

a/ Elaborar un calendario de actividades y comunicarlo, como tarde, al inicio del curso.

Aunque parezca obvio, es importante no hacer cambios de última hora. Las agendas van muy apretadas y, por ello, tenemos que respetar a las personas que hacen un hueco en su agenda para participar en las actividades que organizamos.

Es fácil que una comunidad se distancie de la vida diocesana si los cambios son la tónica general. No diré la Diócesis, pero hace años viví en una ciudad de fuera de Cataluña. Recuerdo que optamos por apoyar las actividades diocesanas de adolescentes y de jóvenes. Después de conseguir autorizaciones de los padres, hacer parrillas de vehículos para que pudiéramos llevar a los máximos jóvenes posibles… dos días antes, sin mucha explicación, se solía cambiar de lugar o de fecha. Seguro de por razones justificadas. Pero esto provocó que en un año fuéramos a tan solo 2 de las 10 actividades programadas a principio de curso. Y, lo que es peor, desaparecieron las ganas de participar en las actividades diocesanas.

b/ Organizar actividades a distintos niveles y en distintos lugares.

El mundo de los catequistas es muy agradecido. Basta organizar un acto para que, en seguida, se apunten muchos. Ahora bien, precisamente por esto, corremos el riesgo de acomodarnos.

Estamos llamados a seducir a cuántos más catequistas mejor. Por ello, es mejor organizar actividades variadas. Lo recomendable es que sean de distinto perfil territorial: Unas de carácter Interdiocesano, de la provincia eclesiástica, diocesano y de zona pastoral. O, también, de distinto perfil personal: para jóvenes, para catequistas primerizos, para catequistas que acompañan a padres…

También ayuda si se organizan en distintos lugares. Con frecuencia, cada Diócesis tiene lugares capaces de acoger eventos en sitios privilegiados. Utilizarlos no solo facilita un mayor conocimiento de nuestra realidad, sino que los catequistas más próximos a estos distintos sitios pueden permitirse participar, aunque sea por primera vez, por estar más cerca de su casa.

Y, por supuesto, también es recomendable organizar las actividades en distintos días y horas. Si solo organizamos actividades a las 5 de la tarde en días de labor, quizá solo podrá venir un perfil muy concreto de catequistas…

Por último, es positivo organizar actividades con otras Delegaciones de la Diócesis. En los últimos 3 años, el Secretariado de Catequesis ha organizado algún tipo de actividad o propuesta con Catecumenado; Familia; Juventud; Educación; Misiones y Turismo, peregrinaciones y santuarios.

3.- El Delegado ayuda al catequista a conocer más y mejor cómo catequizar

Para dar respuesta a la queja del eunuco etíope (Hch 8,30-31), desde el servicio del Secretariado tenemos dos tipos de actividades en los que intentamos ayudar a los catequistas a conocer más y mejor cómo catequizar.

En primer lugar, organizamos actividades formativas en los distintos niveles antes especificados. Suelen ser charlas formativas teóricas o prácticas. Hemos incorporado en las teóricas la participación a través de internet. Sin embargo, no tengo tan claro que deba hacerse igual cuando las sesiones son prácticas.

En la actualidad, el SIC está comenzando con una propuesta de iniciación cristiana para niños de primaria y sus familias, en la que se quieren poner nuevos acentos. La formación, por tanto, de estos años tiene por finalidad conseguir una buena comprensión de aquello que queremos impulsar a partir de ahora.

Pero también, intentamos tener un banco de recursos catequéticos que puedan resultar de interés para los catequistas. Con relativa frecuencia algunas parroquias o catequistas preguntan qué pueden hacer con las personas que acompañan. Desde el Secretariado se intenta dar respuesta con materiales concretos, sean elaborados por nosotros o no.

Creo que tenemos muchos recursos para la etapa infantil, pero no tantos para otras edades. Y, seguramente, donde menos recursos hay en la realidad de las parroquias (y donde andan más perdidas) es en cómo acompañar a personas con algún tipo de discapacidad. Yo intento colaborar en estos casos con el Secretariado pastoral para las personas con discapacidad.

4.- El Delegado ayuda al catequista a amar más a su Delegación

Creo que una tarea fundamental del Delegado, quizá la primera, es conocer las distintas comunidades por su nombre…. como hacía el Buen Pastor con sus ovejas (Jn 10,3). Para eso se necesita tiempo, mucho tiempo. Así que conviene no ver esto como un reto imposible, sino como una forma de caminar…

Poco a poco, el Delegado está llamado a encontrarse con los Vicarios Episcopales, los Arciprestes, los Párrocos… pero, sobre todo, con los coordinadores de catequesis y con los catequistas.

Cada actividad que se organice debe prever un tiempo para el encuentro informal y espontáneo…

Si los catequistas ponen nombre a los miembros del equipo del Secretariado es mucho más fácil que todo lo anterior se dé con más naturalidad. No es lo mismo que una catequista oiga de su Párroco que «desde el obispado han mandado esto… míratelo, a ver si nos interesa» a que aquella le diga a su Párroco «Mn. Alberto, aquel que vino hace poco al Santuario de La Cisa, nos invita a hacer esto…».

Y, por supuesto, cada vez que una parroquia, un arciprestazgo, un movimiento, una escuela, una congregación llama a la puerta de la Delegación para participar en lo que sea, debería obtener (siempre que sea posible) una respuesta afirmativa. Es una oportunidad para crear lazos, que es de lo que se trata.

Todo esto es una cuestión de marketing, sino de roce… y el roce hace el cariño. La comunidad cristiana se amará más y mejor cuanto ponga más caras y nombres a sus miembros.

 Rosa Abad, Mi experiencia como catequista

La vida a veces te sorprende abriendo caminos que ni siquiera te habías planteado. Cambiar de domicilio trajo consigo un cambio de parroquia.

Y allí empezó mi andadura en el mundo de la catequesis. Con mucha ilusión y mi catecismo fui al encuentro de mi primer grupo.

Entré en la vida de unos niños cuyos padres les habían quemado con cigarros, abandonado por las drogas o roto un brazo por una paliza….

Cerré el catecismo y emprendí un viaje de continuo aprendizaje y formación, con la intención de poder hacerles llegar el amor de Dios, al tiempo de lograr dibujar una sonrisa en sus caras.

Fue duro, pero al mismo tiempo maravilloso. Ahí fue cuando tuve claro que quería seguir siendo catequista.

Laura una chiquilla muy menudita con una voz apenas audible me dice una tarde:

-“Rosa, no voy a volver a catequesis porque no creo en Dios, soy atea”

Imaginad la cara de debí poner, recuerdo que pensé: “Señor vaya negocio que haces conmigo…”

Miré sus ojitos asustados y le dije que no se preocupara que podía venir solo de oyente a la catequesis que no la volvería a preguntar pero que la echaríamos mucho de menos si nos dejaba….

Volvió cada semana. Pasados unos meses me pregunta si puede rezar ella sola el Padre Nuestro… Su voz empezó a resonar serena, clara, como si el mundo se parase y Dios acabara de entrar. Cuando terminó la oración, un aplauso espontaneo llenó el aula. Ha sido uno de los momentos más bonitos que he vivido.

A lo largo de estos años he aprendido que hacer catequesis no es fácil o difícil es la vida misma.

Lo que más me asombra es saber que Dios es un pozo inagotable de amor, de misericordia, de sabiduría…. Nunca podré entenderle, pero si puedo aprender a escucharle, a confiar en Él, a ser capaz de buscarle en los demás…

Creo que es fundamental para la preparación de mis catequesis el formarme y profundizar en las Sagradas Escrituras, hacer cursos o leer sobre psicología, pedagogía, redes sociales, etc.

También me ayuda mucho saber que no estoy sola, que formo parte de una comunidad que me ayuda y apoya, que es la Iglesia. Sé que debo caminar con otros catequistas por caminos ya existentes, sin tener miedo a los nuevos que surjan.

Como catequista me gusta sentirme como un puente sólido que acerca a Dios a los que quieren conocerle o a los que sin querer hacerlo entran en contacto conmigo.

Él me ha elegido como hizo con los Apóstoles y eso para mí es lo MÁS….

DIVERSAS INFORMACIONES

Relación de artículos de revistas catequéticas

 ACTUALIDAD CATEQUÉTICA PARA LA EVANGELIZACIÓN

Año 2021, Número 268

El Papa ha dicho

Carta apostólica en forma de motu proprio Antiquum ministerium Francisco Papa 15-22

Ecos al motu proprio Antiquum ministerium

La voz de los pastores

Jornadas del catecumenado

Programa del XVI Encuentro de Delegados y Responsables Diocesanos de Catecumenado

Jornadas de Vicarios

Jornadas de las XLVI Jornadas de Vicarios Episcopales

Informaciones

 CATECHETICA ED EDUCAZIONE

ANNO VI – NUMERO 3 – DICEMBRE 2021:

La revista on-line Catechetica ed educazione, editada por el Instituto de Catequética de la Facultad de Educación de la Universidad Pontificia salesiana de Roma, ha publicado un número monográfico sobre Identità Cristiana, ragione pedagogica e IRC (Identidad cristiana, racionalidad pedagógica y enseñanza de la Religión Católica)

 

  • José Luis Moral, Identità Cristiana, ragione pedagogica e IRC
  • Giuseppe Ruta, IRC, sinodalità e «riforma missionaria» della Chiesa
  • Giampaolo Usai, Presenza ecclesiale nel «campo» dell’istruzione
  • Henry Eke, L’orizzonte culturale-esperienziale dell’IRC
  • Rita Minello, Cambiamenti della pedagogia alla luce delle nuove istanze antropologiche: l’orizzonte comune IRC e Catechesi
  • Cristina Carnevale, Attese Educative nei profili ordinamentali scolastici dell’istruzione religiosa
  • Teresa Doni, Dinamica organizzativo-istituzionale della scuola
  • Dariusz Grządziel, Progettazione: didattica e nuove tecnologie digitali
  • Veronica Donatello – Fiorenza Pestelli, IRC e ragazzi con disabilità
  • Andrea Farina, L’IRC e i «diritti dei minori»
  • Pasquale Nascenti, La valutazione dell’Insegnamento della Religione cattolica alla scuola primaria. Note storico-critico di un rapporto incompiuto e una proposta operativa
  • Corrado Pastore (a cura di), Bibliografia: Il Rinnovamento della Catechesi. Documento di base per il nuovo Catechismo.

Disponible en: http://rivistadipedagogiareligiosa.unisal.it/wp-content/uploads/2022/01/ONLINE-CE-620213.pdf

 CATEQUISTAS

Prosiguen las secciones reseñadas en el anterior boletín para el curso 2021-2022

  • C. CARVAJAL, La catequesis de iniciación.
  • ARZA, La misión del catequista.
  • J. ROMERO GALVÁN, Acompañamiento e iniciación cristiana.
  • SOTO VARELA, Mujeres en el Evangelio.
  • J. GARCÍA ARNAO, Arte y catequesis.
  • CENTRO NACIONAL SALESIANO DE PASTORAL JUVENIL, Itinerario de Oración con los niños.
  • GARCÍA SÁNCHEZ, Dibujando el Evangelio.
  • ÁLVAREZ, En las redes.
  • LETE LIZASO, Celebrar el tiempo que vivimos.
  • CARABAÑO, Contemplar y orar.
  • CUENCA CAMACHO, Diseña tu interior.
  • VV., La misión de iniciar en la fe
  • VV., Familia y vida cristiana
  • CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Informaciones

En el número de diciembre-enero se ofreció un dossier sobre el Ministerio del Catequista elaborado por Miguel López Varela

 LUMEN VITAE

2021/3 (Volume LXXVI) : La confiance en la vie et la foi chrétienne, quelles relations?

Dossier

Disponible en : https://www.cairn.info/revue-lumen-vitae-2021-3.htm

 2021/4 (Volume LXXVI) : Pour une culture de la synodalité missionnaire

Dossier

Varia

Disponible en : https://www.cairn.info/revue-lumen-vitae-2021-4.htm

 MISIÓN JOVEN

Año 2021, Número 537, Nuevo Directorio para la catequesis

Año 2021, Número 538, Pastoral Juvenil Popular

Año 2021, Número 539, Camino creyente y crisis de fe

Año 2022, Número 540-541, Jóvenes ante la incertidumbre

  RESONANCIAS

No ha aparecido otro número desde el último Boletín de AECA

 SINITE

A los contenidos de la revista se puede acceder en el siguiente enlace:

https://publicaciones.lasallecampus.es/index.php/SINITE/about

El vol. LXII, nº 188 (2021): La Enseñanza Religiosa Escolar en salidal Directorio para la Catequesis.

El último número de la revista “Sinite” del año 2021 se dedica a la Enseñanza religiosa escolar con motivo del importante momento que toca vivir a esta asignatura debido al desarrollo de la última ley educativa (LOMLOE).

  • ESTEBAN GARCÉS, Las enseñanzas de la religión en la LOMLOE: vieja política, nueva pedagogía.
  • TROYA, Crear más vida, más sentido, más mundo. La clase de religión como acto de resistencia.
  • YAÑEZ, Consideraciones liberales sobre la enseñanza religiosa escolar.
  • FOSSION, La catequesis hoy al servicio de las Iglesias de Europa. La gracia en el corazón.
  • DOS S. BARBOSA NETO, Acompañando el misterio. Elementos para la realización de la catequesis mistagógica.

Se puede consultar libremente en: Vol. 62 Núm. 188 (2021): La Enseñanza Religiosa Escolar en salida | Sinite (lasallecampus.es)

  TEOLOGÍA Y CATEQUESIS

+ El nº 151 (septiembre-diciembre/2021): Directorio para la catequesis, acogida y perspectivas

  • C. CARVAJAL BLANCO, El Directorio para la catequesis, perspectivas de fondo.
  • REVILLA CUÑADO, El reto de una catequesis inculturada ante los nuevos escenarios culturales.
  • CASTAÑO FÉLIX, Kerygma y catequesis en el Directorio para la catequesis.
  • DELGADO ESCOLAR, La pedagogía de la fe, condición para una catequesis al servicio del Espíritu.
  • ABOÍN MARTÍN, La comunidad cristiana, matriz de una catequesis que inicia en la fe.
  • Á. MEDINA ESCUDERO, Catequistas para una catequesis renovada: claves para su formación.
  • M. Mª BRU ALONSO, La catequesis en la vida de las personas.

Algunas publicaciones

  1. DELGADO GÓMEZ: “El fútbol y la fe”. Pistas para transmitir la fe (PPC, Madrid 2021).

El libro El fútbol y la fe, escrito por Alfredo Delgado presenta un análisis de las dificultades y oportunidades para transmitir la fe en nuestra sociedad secularizada actual. Para ello el autor se ha valido de un constante paralelismo entre dos realidades que parecen contrapuestas: el éxito del fútbol en nuestra sociedad en comparación con el aparente fracaso del proceso de transmisión de la fe. La misma familia a la que le cuesta transmitir la fe consigue transmitir a sus hijos la pasión por el fútbol. Este dato da que pensar y es desarrollado a lo largo del libro. ¿Cómo explicarlo?

En el primer capítulo el autor desarrolla diferentes dimensiones del fútbol como fenómeno social antropológico y religioso para intentar comprender cuáles son las claves que le permiten a una familia o a un equipo de futbol ser capaces de transmitir una pasión como el fútbol a las siguientes generaciones. El libro comienza con una cita de Eduardo Galeano en la que afirmaba que una persona cambiará varias veces de pareja en su vida, pero no cambiará nunca de equipo de fútbol. ¿Cómo es posible que en el siglo XXI consigamos transmitir de una manera tan pasional y profunda la pasión por un equipo de fútbol como algo para toda la vida y no seamos capaces de transmitir la fe? Sería la pregunta que está detrás de este libro. Este primer capítulo intenta analizar las claves del éxito del fútbol que genera identidad y pertenencia crea comunidad y vincula las alegrías y tristezas de una persona con los resultados y su equipo de fútbol.

En el segundo capítulo el autor desarrolla las dificultades que existen en nuestra sociedad, en la familia y en la Iglesia para transmitir la fe. El autor comienza desplegando distintas dimensiones de la experiencia de la fe tanto en su vertiente humana como religiosa. Posteriormente analiza la secularización de nuestra sociedad y se centra especialmente en una dificultad clave, como la cosmovisión creada por nuestra sociedad que aglutina una determinada visión científica, junto con la presión de los medios de comunicación que hacen difícil la transmisión de la fe en nuestra sociedad. Este capítulo realiza una profunda reflexión sobre la relación entra la ciencia y la religión, así como sobre el papel de los medios de comunicación y de los colegios en la construcción de la cosmovisión de los niños y jóvenes que es la base sobre la que se podrá asentar posteriormente la fe.

El tercer capítulo analiza el proceso de socialización y transmisión de la fe centrándose en los diferentes agentes que son determinantes para poder transmitir la fe y las dificultades que se encuentran en su camino. Analiza el papel que desempeñan en el proceso de transmisión de la fe tanto la familia, los colegios, los amigos, así como los medios de comunicación. El autor aporta muchas estadísticas de importantes informes realizados en el mundo anglosajón. Este capítulo también se centra en un momento importante en el proceso de transmisión de la fe como es la adolescencia y la primera juventud. En este capítulo se aborda tanto la catequesis en las parroquias como la tarea pastoral en los colegios.

En el último capítulo el autor trata de transmitir unas pistas para transmitir la fe en medio de nuestra sociedad secularizada apoyándose en el éxito de las estrategias del fútbol. Entre estas propuestas pasan por una acción conjunta de la familia, los colegios y las parroquias. La catequesis familiar, la evangelización de los medios, la alianza entre familias y colegios son propuestas que aparecen en este capítulo.

Más allá del título se trata de un libro que reflexiona sobre la teología pastoral y la catequesis. Se intentan abordar las dificultades y oportunidades que necesitan los padres y los catequistas para la transmisión de la fe en medio de nuestra sociedad secularizada. El libro contiene un prólogo escrito por Luis Arguello Secretario General CEE y un prólogo de Fernando Vidal profesor de la Universidad Pontificia de Comillas. 

  1. MURAWSKI, Storia della catechesi. Vol. 1: Età Antica (LAS, Roma 2021).
  2. LA ROSA, Storia della catechesi. Vol. 2: Dire Dio nel Medievo (LAS, Roma 2022).

La Universidad Pontificia Salesiana de Roma ha publicado en los últimos meses los dos primeros volúmenes de su importante Historia de la catequesis en 5 volúmenes.

En el año 2015, se publicó el volumen 3 de esta historia titulado: “Storia della catechesi. Dal tempo delle riforme alla etè degli imperialismi (1450-1870)” de Pietro Braido. Posteriormente en el año 2016 el volumen 4 con el título: “Storia della catechesi. Il movimiento catechistico de Ubalgo Gianetto y Giuseppe Biancardi.

A finales del 2021 salió a la luz el primer volumen de esta historia con el título: “Storia della catechesi. Età antigua” de Roman Murawski y en este mes de febrero, el segundo “Dire Dio nel Medioevo” de Luigi La Rosa. Falta un último volumen que se publicará próximamente sobre la Historia de la Catequesis del Concilio Vaticano II a la actualidad y que corre a cargo del profesor Giuseppe Biancardi.

Sin lugar esta obra de 5 volúmenes publicados gracias al esfuerzo de los profesores del Instituto de Catequética de la Universidad Pontificia de R  oma es y será un texto de referencia para los estudiosos de la historia de la catequesis. 

 [1] v. A. Barahona – S. Gavira, El Bautismo según los Padres de la Iglesia, 27-28.