BOLETÍN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CATEQUETAS (AECA), nº 81, MAYO de 2021

PDF CON EL BOLETÍN: BOLETIN_AECA 81

TEXTO DEL BOLETÍN:

PRESENTACIÓN

IN MEMORIAM: MIGUEL ÁNGEL GIL

MERECIDO RECONOCIMIENTO: ANTONIO ALCEDO

INFORMACIÓN SOBRE NUESTRA ASOCIACIÓN AECA

  1. Información sobre las reuniones del Consejo directivo
  2. Jornadas 2021

INSTITUCIÓN DEL MINISTERIO DEL CATEQUISTA

INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA

PRESENTACIÓN

Queridas/os socias y socios de AECA.

Ha sido grande el silencio. Nuestro último Boletín AECA salió en enero del 2021. Entonces iba una felicitación de Navidad.  En este Boletín os va la felicitación de la Pascua de Pentecostés con el deseo de que el Espíritu se derrame sobre cada uno de vosotros según la medida que el Señor quiera y seamos capaces de acoger en nuestros vasos de arcilla.

Como veréis en las páginas interiores, seguimos caminando. La mirada está enfocada en dos acontecimientos: JORNADAS 2021, que serán telemáticas. Son de gran importancia porque toca renovar el Consejo Directivo y hay cambios que son necesarios por estatutos, etc. Así que la partición es muy importante. La favorece en que será un día solamente, sin desplazamientos y con dos sesiones de dos horas cada una. Mi invitación a que reservéis fecha y hora. La Asamblea AECA será en la sesión de tarde. Otra preocupación que no dejado de lado es impulsar el libro comentario al Directorio para la catequesis.

Aunque el ritmo que llevamos es diferente por la situación de pandemia, no podemos cruzarnos de brazos y ¡¡la vida sigue!!, también en la Asociación.

Que la bendición del Señor nos acompañe y nos llene de fuerza

Álvaro GINEL sdb. Presidente de AECA

Por ello os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios dice: «¡Anatema sea Jesús!»; y nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!», sino por el Espíritu Santo. Y hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común. Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

(1 Cor 12,3-7.12-13)

 

IN MEMORIAM

El 20 de febrero de 2021, falleció en Murcia el sacerdote diocesano MIGUEL ÁNGEL GIL LÓPEZ, socio fundador de la Asociación Española de Catequetas. A continuación, recogemos la reseña que de su currículo hizo el boletín diocesano y la homilía que su obispo pronuncio en la Misa Exequial.

Biografía

  1. Miguel Ángel Gil nació el 10 de septiembre de 1944 en Garganta de los Montes (Madrid), aunque por su origen familiar él siempre sintió como su pueblo el Palmar (Murcia). Contaba con 76 años de edad.

Ingresó en el Seminario Menor de San José, de Murcia, el año 1957, pasado después al Seminario Mayor de San Fulgencio, donde realizó los estudios de Filosofía y Teología, siendo ordenado de sacerdote el 4 de junio de 1969 en la Iglesia de San Bartolomé-Santa María de Murcia por el Excmo. y Rvdmo. Mons. D. Miguel Roca Cabanellas, Obispo de Cartagena.

Después de su ordenación desempeñó los siguientes cargos pastorales en la Diócesis:

– 1969-1978: Formador del Seminario Menor de San José, de Murcia.

– 1969: Nombrado Viceconsiliario de la Juventud Masculina de Acción Católica

– 1970-1987: Profesor del Instituto Alfonso X el Sabio de Murcia.

– 1970-1971: Viceconsiliario de Movimiento Junior.

– 1971-1973: Viceconsiliario del movimiento juvenil de Acción Católica JICF.

– 1976-1987: Director del Secretariado Diocesano de Catequesis.

– 1976-1984: Colaborador del Centro Diocesano de Orientación Vocacional.

– 1978-1981: Colaborador del Seminario Menor de San José.

– 1981-1984: Cooperador de la Parroquia de Ntra. Sra. del Socorro, de La Ñora (Murcia).

– 1986-1987: Secretario General del Encuentro del Pueblo de Dios.

– 1989-1990: Profesor de Catequética Fundamental en el Instituto Teológico San Fulgencio.

– 1990-2017: Director del Secretariado Diocesano de Catequesis (A partir del 2003 Delegación Diocesana de Catequesis).

– 1990-1997: Profesor de Catequética Fundamental y Pedagógica en el Instituto Teológico San Fulgencio.

– 1990-1994: Director Espiritual del Seminario Mayor San Fulgencio.

– 1995-1996: Secretario en Funciones del Instituto Teológico San Fulgencio.

– 1999-2003: Miembro del Consejo Presbiteral, con el cargo de Secretario de la Permanente.

– 2003: Delegado Diocesano para la Visita del Papa Juan Pablo II a España.

– 2003-2012, 2018-hasta ahora: Miembro del Consejo Presbiteral.

– 2003: Bibliotecario del Instituto Teológico San Fulgencio.

– 2007-2009: Secretario de la Visita Pastoral.

– 2010-: Consiliario Diocesano de los Cursillos de Cristiandad.

– 2010-: Miembro de la Comisión para el Directorio de la Pastoral de los Sacramentos.

– 2014-2020: Delegado Episcopal para La Vida Consagrada.

– 2016-2020: Canónigo Numerario de la Santa Iglesia Catedral de Murcia.

– 2017-: Capellán de la Corte de Honor de Nuestra Señora de la Fuensanta

– 2020: Canónigo Emérito de la Santa Iglesia Catedral de Murcia.

Además de estos cargos desempeñados en la Diócesis, entre los años 1987-1990, fue Director del Secretariado Nacional de Catequesis, de la Conferencia Episcopal Española; posteriormente miembro del Equipo Asesor de la Subcomisión de Catequesis de la Conferencia Episcopal Española. También fue socio fundador de la Asociación Española de Catequetas.

En cuanto a su preparación intelectual, era Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Murcia, y Licenciado en Teología por la Universidad San Dámaso de Madrid. Miguel Angel fue conocido en las diócesis de España por los innumerables cursos y cursillos de catequesis que impartió para formar a los sacerdotes y a los catequistas en los planteamientos que la reflexión catequética iba haciendo en los últimos decenios del siglo XX primeros del XXI. Muchos de sus trabajos fueron recogidos en los libros y artículos que publicó y que han sido un verdadero apoyo y aliento para la renovación catequética y catequística de la Iglesia española. Recogemos la relación de libros y materiales publicados y su colaboración en obras colectivas.

Quinquenio: 1979-84

  • ¡Adentro!, Secretariado Diocesano de Catequesis y Centro de Orientación Vocacional, Murcia
  • Fe y Vida, Temas de Reflexión para jóvenes, GIL, – GIL, M. A., Secretariado Diocesano de Catequesis y Centro de Orientación Vocacional, Murcia 1980, ISBN: 84-300-3081-6.
  • Permaneced en miamor, Secretariado Diocesano de Catequesis y Centro de Orientación Vocacional, Murcia
  • ¿Para qué existo? Sobre el sentido de la vida, en Hacia una fe adulta, Material para el desarrollo de la Tercera Etapa del Plan Diocesano de Pastoral Prematrimonial , Secretariado de Pastoral Diocesano, Murcia 1
  • 32 Encuentros de Juventud, Secretariado Diocesano de Catequesis y Centro de Orientación Vocacional, Murcia

Quinquenio: 1990-1995

  • Quiero conocer a Jesús, en colaboración: GIL-LOPEZ, A. – CAMPOS, J. M. – BRINGAS, A., Secretariado Diocesano de Catequesis, Murcia 1990, ISBN: 84-88085-05-2, Orientaciones para catequistas, ISBN: 404-7690-6, Orientaciones para lafamilia, ISBN: 404-7689-2.
  • Jesús vive entre nosotros, en colaboración: GIL-LOPEZ, A. – CAMPOS, J. M. – BRINGAS, A., Secretariado Diocesano de Catequesis, Murcia 1990, ISBN: 404-7692-2, Orientaciones para catequistas ISBN: 404- 7690-6, Orientaciones para lafamili a ISBN: 404-7689-2 .
  • Escuchamos las palabras de Jesús, en colaboración: GIL-LOPEZ, iví. – CAMPOS, J. M. – CERVANTES, J., Fundación Diocesana para la difusión de la Cultura Católica, Murcia 1991, ISBN: 84-88085-06-0, Orientaciones para catequistas ISBN: 84-88085-07-9, Orientaciones para lafamilia ISBN: 84-88085-08-7·
  • Con Jesús, obras son amores, en colaboración: GIL-LOPEZ, A. – CAMPOS, J. M. – CERVANTES, J., Fundación Diocesana para la difusión de la Cultura Católica, Murcia 1992, ISBN: 84-88085-09-5, Orientaciones para catequistas ISBN: 84-88085-10-9.
  • Somos cristianos segu.idores de Jesús, en colaboración: GlL-LOPEZ, M. A. – CAMPOS, J. M. – CERVANTES, J., Fundación Diocesana para la difusión de la Cultura Católica, Murcia 1994, ISBN: 84-88085-11-7 Orientaciones para catequistas ISBN: 84-88085-12-5.

Quinquenio: 1997-2002

  • Sugerencias Catequéticas para profundizar en la persona y el mensaje de Jesucristo, Salvador del mundo, en colaboración: GIL-LOPEZ, M. – MARTINEZ RIQUELME, A., – GOMEZ-GARCIA, J., Secretariados de Catequesis del Sur, Huelva 1997.
  • Sugerencias Catequéticas para profundizar en la persona y acción del Espíritu Santo, Señor y Dador de vida, en colaboración: GIL-LOPEZ, A. – MARTINEZ-RIQUELME, A., – GOMEZ-GARCIA, J., Secretariados de Catequesis del Sur, Huelva 1998.
  • El Espíritu del Señor, Guía para la reflexión personal y reuniones de grupo, Subsidios catequéticos para 1998, en colaboración: GIL-LOPEZ, A. – ECHEVARRIA, F., Comité para el Jubileo del año 2000, EDICE, Madrid 1998.
  • El primer anuncio en la catequesis, SECRETARIADOS DE CATEQUESIS DEL SUR, En colaboración GIL, A. – DORADO, M.A. y otros, I.S.B.N.:84-605-7349-4, Obispado de Huelva 1998.
  • Nuevo Diccionario de Catequética, Voz: Organización Diocesana de la Catequesis, II, pp. 1701-1713, Ed. San Pablo, Madrid 1999.
  • Dios nos ama y nos salva, Itinerario Catequético de Iniciación Cristiana para adolescentes y jóvenes, Primera etapa, Primera Edición: PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE GRANADA, Redacción: GIL-LOPEZ, A. – MARTINEZ-RIQUELME, A. – CHICA-ARELLANO, F., OBISPADO DE JAÉN, Jaén 1999, ISBN: 84-89631-10-7, Guía del catequista Redacción: GIL-LOPEZ, M. A. – MARTINEZ-RIQUELME, A. – CHICA­ ARELLANO, F. – GALLEGO-FÁBREGA, A., ISBN: 84-89631-11-5, Separata a la Guía del catequista, Redacción: GIL-LOPEZ, M. A. – MARTINEZ-RIQUELME, A. – GIL-CONESA, D. J., ISBN: 84-89631-17- 4.
  • La catequesis en la Iglesia de Huelva ante el siglo XXI JORNADAS DIOCESANAS DE CATEQUESIS, Tercera Ponencia: Contenidos de la catequesis hoy (pp. 35-54), SECRETARIADO DIOCESANO DE CATEQUESIS, Obispado de Huelva
  • Vivir en alabanza a la Santísima Trinidad, Catequesis y Celebraciones en colaboración: GIL-LOPEZ, A. – MARTINEZ-RIQUELME, A., – GOMEZ-GARCIA, J., Comité Diocesano del Jubileo 2000, Murcia 2000, ISBN: 84-605-9868-3;
  • Iniciarse como catequista, Temas básicos deformación: GIL, A., CCS, Madrid 2000, ISBN: 84-8316-350-0.
  • El catequista llamado y enviado, GIL-LOPEZ, A., SIQUEM, Catequistas siglo XXI, Valencia 2000, ISBN: 84-95385-11-2.
  • Jesucristo dice: ¡Ven y sígueme!, Segunda etapa, Itinerario Catequético de Iniciación Cristiana para adolescentes y jóvenes, PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE GRANADA, Redacción: GIL-LOPEZ, M. – MARTINEZ-RIQUELME, A. – CHICA-ARELLANO, OBISPADO DE JAÉN, Jaén 2000, ISBN: 84-89631-15-8, Guía del catequista Redacción: GIL-LOPEZ, M. A. – MARTINEZ-RIQUELME, A. – CHICA­ ARELLANO, F., MONTERO-VIVES, J. – GALLEGO-FÁBREGA, A. – VALLECILLOS-GARCÍA, J. D. – LARA-POLAINA, A. -ALARCÓN­ RUIZ, J. J., ISBN: 84-89631-16-6.
  • El Espíritu Santo nos santifica, Tercera etapa, Itinerario Catequético de Iniciación Cristiana para adolescentes y jóvenes, PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE GRANADA, Redacción: GIL-LOPEZ, A. – MARTINEZ-RIQUELME, A. – CHICA-ARELLANO, F., OBISPADO DE JAÉN, Jaén 2001, ISBN: 84-89631-24-7 Guía del catequista Redacción: GIL-LOPEZ, M. A. – MARTINEZ-RIQUELME, A. – CHICA­ ARELLANO, F. – F., MONTERO-VIVES, J. – GALLEGO-FÁBREGA, A. – VALLECILLOS-GARCÍA, J. D. -ALARCÓN-RUIZ, J. J. ISBN: 84- 8963125-5.
  • Iniciarse como catequista, Temas básicos de formación: GI L, M. A., CCS, Madrid 2000, ISBN: 878-84-8316-350-4, novena edición: septiembre 2010
  • Iniciarse como catequista, Temas básicos deformación: GIL, A. CCS; Oporto 2001, ISBN: 972-690-388-2.

Quinquenio: 2003-2008

  • Iniciarse como catequista, Temas básicos de formación: GIL, A., DABAR, MÉXICO, D. F., 2003, ISBN: 970-652-328-6.
  • Dios nos ama y nos salva, Itinerario Catequético de Iniciación Cristiana para adolescentes y jóvenes, Primera etapa, Segunda Edición, PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE GRANADA, Redacción: GIL-LOPEZ, M. – MARTINEZ-RIQUELME, A. – CHICA-ARELLANO, F., OBISPADO DE JAÉN, Jaén 2005, ISBN: 84-89631-33-6.
  • COMENTARIO AL DIRECTORIO GENERAL PARA LA CATEQUESIS, ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CATEQUETAS (AECA), Cap. IV: Naturaleza, finalidad y tareas de la catequesis, DGC 77-91, Miguel Ángel Gil López, pp. 83-106, PPC, Madrid 2005.

Quinquenio: 2009-2014

  • Dios nos ama y nos salva, primera etapa, itinerario catequético de iniciación cristiana para adolescentes y jóvenes, Miguel Ángel Gil López, Antonio Martínez Riquelme, Fernando Chica Arellano, PPC, Madrid 2009. ISBN 84-288-2123-0.
  • Es el Señor, 1, Materiales para trabajar en la familia y en la parroquia con el Catecismo Jesús es el Señor, Miguel Ángel Gil López, José Antonio Rodríguez García, PPC, Madrid ISBN 978-84-288-2182-7.
  • Es el Señor, 2, Materiales para trabajar en la familia y en la parroquia con el Catecismo Jesús es el Señor, Miguel Ángel Gil López, José Antonio Rodríguez García, PPC, Madrid 201 ISBN 978-84-288-2183-7.
  • Iniciarse como catequista, Temas básicos de formación: GIL, A. CCS, Oporto 2011,2ª Edición, ISBN: 972-690-388-2.
  • La Cuaresma con el Beato Fortunato Arias Sánchez, Mártir de Jesucristo, Miguel Ángel Gil López, Parroquia de la Purísima Concepción de El Palmar (Murcia), 201
  • Mes de Mayo en el Centenario de «La Señora», Santa María Reina de los Corazones, Miguel Ángel Gil López, Unión Apostólica (Murcia), 201
  • Dios nos ama y nos salva, primera etapa
  • a, itinerario catequético de iniciación cristiana para adolescentes y jóvenes, Guía del catequista, Miguel Ángel Gil López, Antonio Martínez Riquelme, Madrid 201 ISBN 978- 84-288-2316-6.
  • Un fuego ardiendo en Dios, Centenario del nacimiento de Dámaso Eslava Alarcón, Pbro. 19 de diciembre de 1912. 19 de diciembre de 2012, Miguel Ángel Gil, Miguel Conesa, Diócesis de Cartagena, Murcia 2012, ISBN 978-84-933-9869-1
  • Doce iconos bíblicos, para una catequesis de la esperanza, en Id y haced discípulos… (Mt 28,19). Al servicio de la fe, Homenaje a Don Manuel del Campo Guilarte, Universidad San Dámaso, Collectanea Matritensia 10, Madrid 2012, ISBN 978-84-15027-28-7 (pp. 223-243).

Descanse en paz D. Miguel Ángel Gil López

Homilía pronunciada por Mons. Lorca Planes, obispo de la diócesis Cartagena-Murcia en la Misa Exequiañ.

Sres. Obispos, queridos sacerdotes, Cabildo Catedral, querida familia, religiosos y religiosas, cursillistas de Cristiandad; en especial, agradezco la labor de doña Verónica, su atenta cuidadora. Hermanos y hermanas,

La muerte de un ser querido siempre produce dolor. Pero el sufrimiento humano se puede transformar en gozo cristiano a la luz de la Resurrección, porque creemos que, “Aunque la certeza de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la futura inmortalidad”. A pesar de las lágrimas, confiamos plenamente y creemos en la misericordia de Dios, que tiene en cuenta nuestra vida y las razones de nuestro vivir. Por eso nos reunimos en torno al altar, porque creemos y esperamos en la resurrección del Señor y en el don gratuito de la Vida eterna, por su misericordia.

Nos duele en lo hondo de nuestro ser la muerte de D. Miguel Ángel Gil, pero la fe nos acerca a Dios para rezar por él. Cuando pensamos en este hermano nos vienen a la mente todas sus cualidades, los dones que ha recibido del Señor, su dimensión humana, su corazón y el extraordinario amor a la Iglesia que él manifestaba siempre y que vivió desde lo más hondo de su ser. Podemos decir que ha servido, que se ha entregado, que ha dado siempre la cara, que ha cargado con su cruz y que ha aceptado la ascesis como una ofrenda perpetua. Ha sido un servidor a pleno corazón, así me lo han manifestado los señores obispos que me han llamado para expresar su dolor y su oración, el Sr. Arzobispo de Granada, el Sr. Obispo de Jaén, de Almería y mucha gente.

Hoy nuestra Iglesia murciana se reviste de la esperanza del Cielo para despedir con merecidos honores, a los pies de la Santísima Virgen de la Fuensanta, a uno de los más apasionados testigos del Evangelio que Dios nos ha regalado en los últimos tiempos. Son innumerables los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, misioneros, seminaristas, familias cristianas, ancianos y jóvenes que, desde muchos rincones de Murcia, de España y del extranjero, hoy elevamos nuestra acción de gracias al Señor por el don de la vida y el ministerio ejemplar de este gran apóstol de la santidad.

Él nos ha enseñado siempre a vivir con altura de miras la vocación que cada uno de nosotros hemos recibido, descubriendo que la plenitud del amor es la única medida de la vida cristiana, y que todo lo que sea bajarse de ese ideal es hacer vana la sobreabundante gracia de Dios sembrada en nuestros corazones.

Se podrían contar a millares las horas que él pasó dando clases, pronunciando conferencias, dirigiendo retiros y cursillos de cristiandad, instruyendo y animando a los catequistas, confesando, predicando novenas y fiestas patronales. Sin embargo, al final de su vida, Dios lo llevó por el camino del silencio, para hacernos ver más claramente que todo ese manantial de palabras de vida, su amor y su bondad venían de su dulce intimidad con Jesucristo, el tesoro escondido por el que vale la pena darlo todo.

Por eso su enfermedad no fue desaprovechada. D. Miguel Ángel la vio desde el principio como un momento de gracia y salvación, y de esta manera ha sabido darnos su catequesis más magistral, la de configurarse espiritual y corporalmente con la pasión de Cristo por la santificación de su Iglesia y la redención del mundo.

Hoy reconocemos con emoción que este adalid de la catequesis ha muerto como ha sabido vivir toda su vida, con la alegría y la paz de quien está abandonado plenamente en las manos de Dios y de su Santísima Madre, sirviendo a la Iglesia como ésta merece ser servida y proclamando en todo momento la belleza de la vida del Cielo que esperamos”.

Apoyados en la fe que profesamos, brota la esperanza en el más allá, en la seguridad del encuentro definitivo con Dios, porque la muerte no es el final del camino, al contrario, es un paso hacia una vida mejor, ya que, al deshacerse nuestra morada terrenal, rezamos en el prefacio de la liturgia de difuntos, adquirimos una mansión eterna en el cielo.

Queridos hermanos, este sacerdote os ha predicado el amor, la comunión, la solidaridad, el diálogo como elemento importante en nuestra vida. Su última predicación ha tenido lugar agarrado a la cruz, donde se ha puesto en las manos de Dios con una confianza muy grande y ha muerto en la paz con Dios y con los hermanos.

Que el Padre de la misericordia, por intercesión de la Santísima Virgen de la Fuensanta y de San José, le conceda a D. Miguel Ángel el merecido descanso en las moradas eternas, donde nos precede, y que su ejemplo siga siendo para todos nosotros un modelo de entrega amorosa al Padre, por Cristo, en el Espíritu Santo. Amen.

MERECIDO RECONOCIMIENTO 

ANTONIO ALCEDO

Nombrado Capellán de Su Santidad

El Santo Padre, el Papa Francisco, ha concedido al P. Antonio Alcedo – a petición del Obispo Diocesano – la distinción de Capellán de Su Santidad.

Es una alegría para el presbiterio diocesano y para la diócesis entera haber distinguido a este sacerdote que tantos servicios ha prestado y sigue prestando a la diócesis a pesar de estar jubilado y con movilidad muy limitada.

Antonio Alcedo, natural de Cádiz, nació el 2 de febrero de 1936. Estudió Humanidades, Filosofía y Sagrada Teología en el Seminario Conciliar San Bartolomé de Cádiz. El obispo, Mons. D. Tomás Gutiérrez, presidió su ordenación presbiteral el 19 de diciembre de 1959, en Cádiz.

En 1975 se licenció en Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Salamanca. En 1977 en la Facultad universitaria salesiana de Roma obtuvo la licenciatura en Pastoral Catequética con la nota de Magna cum Laude.

Muchas han sido sus responsabilidades pastorales a lo largo de todos estos años: profesor del Seminario Diocesano, capellán del Manicomio de Cádiz y capellán de Emigrantes en Suiza. Párroco de San Juan Bautista de Chiclana, Director Espiritual del Seminario de Cádiz y Ceuta en Sevilla, Canciller-Secretario General del Obispado, Juez Diocesano, canónigo de la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de Cádiz y Pro-Vicario General del Obispado. Fue miembro del Consejo del Presbiterio y del Colegio de Consultores.

Párroco de San Severiano de Cádiz, arcipreste de Cádiz Puerta de Tierra y arcipreste de Cádiz Puerta de Tierra Oeste. Adscrito a la Sección Instructora de Cádiz y Ceuta del Tribunal Interdiocesano de 1ª Instancia de Sevilla, miembro de libre designación del Consejo del Presbiterio y canónigo emérito S.A.I. Catedral de Cádiz.

Antonio ha tenido una larga vida de entrega a la Iglesia a la que ha servido durante muchos años. Si por algo es recordado y relacionado de manera especial, es con la Catequesis. Fue delegado Diocesano de Enseñanza y Catequesis y posteriormente Director del Secretariado Diocesano de Catequesis, con el que ha seguido participando como asesor hasta el curso pasado; así como miembro de AECA donde ha ocupado puesto de responsabilidad y representación en el Congreso del equipo europeo de catequesis «la nueva evangelización en la fe» (2012).

Ha colaborado y publicado multitud de artículos en revistas especializadas. También ha escrito diversos libros dedicados a la catequesis y a la evangelización, en general. Hacemos la relación de los últimos:

Iglesia campo de misión (PPC, Madrid 2010).

El catequista creyente (PPC, Madrid 2015).

Iniciar en la fe (PPC, Madrid 2016).

También ha colaborado en la elaboración de los Cuadernos AECA con diversas traducciones, las últimas son:.

– Salvatore Currò, Para que la Palabra resuene (PPC, Madrid 2019)

– Luís m. Figueiredo Rodrigues (Coord.), Proponer la fe en una pluralidad de caminos (PPC, Madrid 2021)

No cabe duda de que esta distinción que él recibe lleno de alegría, por su entrega a la Iglesia y en especial a la catequesis, también nosotros la valoramos porque su trabajo nos ha enriquecido a todos los que con él hemos trabajado.

Manuel López López.

Querido Antonio:

Te mereces eso y más. ¡Muchas felicidades!

Queremos que recibas también el reconocimiento “de los de a pie”, de los que solo somos compañeros de camino y de fatigas en la Asociación de la que tú eres “un histórico: del grupo fundador”.

Antonio, eres de los “de siempre”, de los que “no faltaban nunca a las Jornadas”, de los que se tomaban en serio AECA, las tareas, los compromisos, la aceptación de cargos y cargas silenciosas y calladas. Tu salud hoy te impide movimientos y llevas una vida más recoleta, pero llena de actividad. Pero estás ahí, como siempre. Gracias. Se puede contar contigo.

Antonio, no pasas desapercibido para los que en AECA te conocemos, aunque seas poco visible y te gusten los rincones y no las primeras sillas de la fila…

Queremos unirnos a ese título que tu diócesis de Cádiz ha promovido con el tesón y cariño de Manuel López y de la entera diócesis en la que tanto has hecho por la catequesis.

Que el Señor te conceda sus bendiciones y el Espíritu siga multiplicando y esparciendo los dones que se te ofertaron y que tan generosamente has cultivado.

AECA te felicita, se une a la distinción otorgada y te agradece lo mucho que has trabajado y sigues trabajando, sin que nadie se dé cuenta, por la Asociación.

Álvaro GINEL

Presidente de AECA

INFORMACIÓN

SOBRE NUESTRA ASOCIACIÓN AECA

  1. INFORMACIÓN SOBRE LA REUNION DEL DÍA 22 DE ABRIL.

El pasado 22 de abril el Consejo de AECA mantuvo una reunión en el que se pulsó el estado y diversos temas organizativos de nuestra Asociación y en este tiempo tan complicado de la Pandemia.

Antes de tratar sobre la conveniencia o no de realizar las Jornadas y Asamblea del año 2021, se trataron diversos temas:

– Lola Ros, administradora de AECA, informó al Consejo de que ya se había solucionado todos los problemas causados del traspaso de la cuenta del Banco Popular al Banco Santander tras su absorción por este. También indicó que durante los meses de mayo y junio girará los recibos para cobrar a los socios la cuota de este año.

– Juan Carlos Carvajal, secretario de Asociación, presentó a dos candidatos para ser socios de AECA: Francisco Javier Sánchez Moya (licenciado en catequética y colaborador de la delegación de Catequesis de la diócesis de Ávila) y Antonio Jimenez Amor (licenciado en catequética y delegado episcopal de Catequesis de la diócesis de Cartagena. El Consejo admitió a los dos nuevos candidatos.

– También el secretario transmitió al Consejo la petición que le han hecho los autores del Comentario al Directorio para la catequesis de mantener una reunión telemática en la que repasar las orientaciones y los criterios de la edición y asentar las orientaciones metodológicas de la Editorial PPC. Para avanzar en la elaboración de dicho Comentario y para aunar criterios el Consejo decide convocar una reunión telemática el jueves 20 de mayo en el que estén convocados los miembros del Equipo editorial y del Equipo de redacción y demás autores.

  1. JORNADAS DE 2021

– Por último, y como tema central de esta reunión del Consejo, se trata sobre la conveniencia celebrar las Jornadas y la necesidad, según prescriben los Estatutos, de convocar la Asamblea anual de la Asociación y acometer la renovación del Consejo directivo. Tras un diálogo entre los miembros, el Consejo directivo decide tener una Jornada de un solo día con dos sesiones, por la mañana sería temática y por la tarde se celebraría la Asamblea. El primer esbozo de dicha Jornada queda como sigue:

Fecha: Lunes, 6 de diciembre de 2021

Modo: Telemático.

Sesiones:  A) Mañana, de 11.00 h a 13.00 h.

“La catequesis y el catequista”, diálogo abierto entre los miembros de AECA

  1. B) Tarde, de 16.30 a 18.30

Esta sesión será ASAMBLEA AECA, SEGÚN PRESCRIBEN LOS ESTATUTOS. Habrá elección de Consejo Directivo.

El Consejo directivo de AECA invita a todos los socios y socias a no faltar en este momento tan importante para nuestra Asociación. Reservad la fecha y hora.

INSTITUCIÓN DEL MINISTERIO DEL CATEQUISTA

1.- TEXTO COMPLETO DE LA CARTA APOSTÓLICA EN FORMA DE MOTU PROPRIO Antiquum ministerium CON LA QUE SE INSTITUYE EL MINITERIO DEL CATEQUISTA (Boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede n. 0287 – 11.05.2021 18)

El ministerio de Catequista en la Iglesia es muy antiguo. Entre los teólogos es opinión común que los primeros ejemplos se encuentran ya en los escritos del Nuevo Testamento. El servicio de la enseñanza encuentra su primera forma germinal en los “maestros”, a los que el Apóstol hace referencia al escribir a la comunidad de Corinto: «Dios dispuso a cada uno en la Iglesia así́: en primer lugar están los apóstoles; en segundo lugar, los profetas, y en tercer lugar, los maestros; enseguida vienen los que tienen el poder de hacer milagros, luego los carismas de curación de enfermedades, de asistencia a los necesitados, de gobierno y de hablar un lenguaje misterioso. ¿Acaso son todos apóstoles?, ¿o todos profetas?, ¿o todos maestros?, ¿o todos pueden hacer milagros?, ¿o tienen todos el carisma de curar enfermedades?, ¿o hablan todos un lenguaje misterioso?, ¿o todos interpretan esos lenguajes? Prefieran los carismas más valiosos. Es más, les quiero mostrar un carisma excepcional» (1 Co 12,28-31).

El mismo Lucas al comienzo de su Evangelio afirma: «También yo, ilustre Teófilo, investigué todo con cuidado desde sus orígenes y me pareció́ bien escribirte este relato ordenado, para que conozcas la solidez de las enseñanzas en que fuiste instruido» (1,3-4). El evangelista parece ser muy consciente de que con sus escritos está proporcionando una forma específica de enseñanza que permite dar solidez y fuerza a cuantos ya han recibido el Bautismo. El apóstol Pablo vuelve a tratar el tema cuando recomienda a los Gálatas: «El que recibe instrucción en la Palabra comparta todos los bienes con su catequista» (6,6). El texto, como se constata, añade una peculiaridad fundamental: la comunión de vida como una característica de la fecundidad de la verdadera catequesis recibida.

Desde sus orígenes, la comunidad cristiana ha experimentado una amplia forma de ministerialidad que se ha concretado en el servicio de hombres y mujeres que, obedientes a la acción del Espíritu Santo, han dedicado su vida a la edificación de la Iglesia. Los carismas, que el Espíritu nunca ha dejado de infundir en los bautizados, encontraron en algunos momentos una forma visible y tangible de servicio directo a la comunidad cristiana en múltiples expresiones, hasta el punto de ser reconocidos como una diaconía indispensable para la comunidad. El apóstol Pablo se hace interprete autorizado de esto cuando atestigua: «Existen diversos carismas, pero el Espíritu es el mismo. Existen diversos servicios, pero el Señor es el mismo. Existen diversas funciones, pero es el mismo Dios quien obra todo en todos. A cada uno, Dios le concede la manifestación del Espíritu en beneficio de todos. A uno, por medio del Espíritu, Dios le concede hablar con sabiduría, y a otro, según el mismo Espíritu, hablar con inteligencia. A uno, Dios le concede, por el mismo Espíritu, la fe, y a otro, por el único Espíritu, el carisma de sanar enfermedades. Y a otros hacer milagros, o la profecía, o el discernimiento de espíritus, o hablar un lenguaje misterioso, o interpretar esos lenguajes. Todo esto lo realiza el mismo y único Espíritu, quien distribuye a cada uno sus dones como él quiere» (1 Co 12,4-11).

Por lo tanto, dentro de la gran tradición carismática del Nuevo Testamento, es posible reconocer la presencia activa de bautizados que ejercieron el ministerio de transmitir de forma más orgánica, permanente y vinculada a las diferentes circunstancias de la vida, la enseñanza de los apóstoles y los evangelistas (cf. CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum, 8). La Iglesia ha querido reconocer este servicio como una expresión concreta del carisma personal que ha favorecido grandemente el ejercicio de su misión evangelizadora. Una mirada a la vida de las primeras comunidades cristianas que se comprometieron en la difusión y el desarrollo del Evangelio, también hoy insta a la Iglesia a comprender cuáles puedan ser las nuevas expresiones con las que continúe siendo fiel a la Palabra del Señor para hacer llegar su Evangelio a toda criatura.

Toda la historia de la evangelización de estos dos milenios muestra con gran evidencia lo eficaz que ha sido la misión de los catequistas. Obispos, sacerdotes y diáconos, junto con tantos consagrados, hombres y mujeres, dedicaron su vida a la enseñanza catequística a fin de que la fe fuese un apoyo válido para la existencia personal de cada ser humano. Algunos, además, reunieron en torno a sí a otros hermanos y hermanas que, compartiendo el mismo carisma, constituyeron Órdenes religiosas dedicadas completamente al servicio de la catequesis.

No se puede olvidar a los innumerables laicos y laicas que han participado directamente en la difusión del Evangelio a través de la enseñanza catequística. Hombres y mujeres animados por una gran fe y auténticos testigos de santidad que, en algunos casos, fueron además fundadores de Iglesias y llegaron incluso a dar su vida. También en nuestros días, muchos catequistas capaces y constantes están al frente de comunidades en diversas regiones y desempañan una misión insustituible en la transmisión y profundización de la fe. La larga lista de beatos, santos y mártires catequistas ha marcado la misión de la Iglesia, que merece ser conocida porque constituye una fuente fecunda no sólo para la catequesis, sino para toda la historia de la espiritualidad cristiana.

A partir del Concilio Ecuménico Vaticano II, la Iglesia ha percibido con renovada conciencia la importancia del compromiso del laicado en la obra de la evangelización. Los Padres conciliares subrayaron repetidamente cuán necesaria es la implicación directa de los fieles laicos, según las diversas formas en que puede expresarse su carisma, para la “plantatio Ecclesiae” y el desarrollo de la comunidad cristiana. «Digna de alabanza es también esa legión tan benemérita de la obra de las misiones entre los gentiles, es decir, los catequistas, hombres y mujeres, que llenos de espíritu apostólico, prestan con grandes sacrificios una ayuda singular y enteramente necesaria para la propagación de la fe y de la Iglesia. En nuestros días, el oficio de los Catequistas tiene una importancia extraordinaria porque resultan escasos los clérigos para evangelizar tantas multitudes y para ejercer el ministerio pastoral» (CONC. ECUM. VAT. II, Decr. Ad gentes, 17).

Junto a la rica enseñanza conciliar, es necesario referirse al constante interés de los Sumos Pontífices, del Sínodo de los Obispos, de las Conferencias Episcopales y de los distintos Pastores que en el transcurso de estas décadas han impulsado una notable renovación de la catequesis. El Catecismo de la Iglesia Católica, la Exhortación apostólica Catechesi tradendae, el Directorio Catequístico General, el Directorio General para la Catequesis, el reciente Directorio para la Catequesis, así́ como tantos Catecismos nacionales, regionales y diocesanos, son expresión del valor central de la obra catequística que pone en primer plano la instrucción y la formación permanente de los creyentes.

Sin ningún menoscabo a la misión propia del Obispo, que es la de ser el primer catequista en su Diócesis junto al presbiterio, con el que comparte la misma cura pastoral, y a la particular responsabilidad de los padres respecto a la formación cristiana de sus hijos (cf. CIC c. 774 §2; CCEO c. 618), es necesario reconocer la presencia de laicos y laicas que, en virtud del propio bautismo, se sienten llamados a colaborar en el servicio de la catequesis (cf. CIC c. 225; CCEO cc. 401. 406). En nuestros días, esta presencia es aún más urgente debido a la renovada conciencia de la evangelización en el mundo contemporáneo (cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 163-168), y a la imposición de una cultura globalizada (cf. Carta enc. Fratelli tutti, 100. 138), que reclama un auténtico encuentro con las jóvenes generaciones, sin olvidar la exigencia de metodología e instrumentos creativos que hagan coherente el anuncio del Evangelio con la transformación misionera que la Iglesia ha emprendido. Fidelidad al pasado y responsabilidad por el presente son las condiciones indispensables para que la Iglesia pueda llevar a cabo su misión en el mundo.

Despertar el entusiasmo personal de cada bautizado y reavivar la conciencia de estar llamado a realizar la propia misión en la comunidad, requiere escuchar la voz del Espíritu que nunca deja de estar presente de manera fecunda (cf. CIC c. 774 §1; CCEO c. 617). El Espíritu llama también hoy a hombres y mujeres para que salgan al encuentro de todos los que esperan conocer la belleza, la bondad y la verdad de la fe cristiana. Es tarea de los Pastores apoyar este itinerario y enriquecer la vida de la comunidad cristiana con el reconocimiento de ministerios laicales capaces de contribuir a la transformación de la sociedad mediante «la penetración de los valores cristianos en el mundo social, político y económico» (Evangelii gaudium, 102).

El apostolado laical posee un valor secular indiscutible, que pide «tratar de obtener el reino de Dios gestionando los asuntos temporales y ordenándolos según Dios» (CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, 31). Su vida cotidiana está entrelazada con vínculos y relaciones familiares y sociales que permiten verificar hasta qué punto «están especialmente llamados a hacer presente y operante a la Iglesia en aquellos lugares y circunstancias en que sólo puede llegar a ser sal de la tierra a través de ellos» (Lumen gentium, 33). Sin embargo, es bueno recordar que además de este apostolado «los laicos también pueden ser llamados de diversos modos a una colaboración más inmediata con el apostolado de la Jerarquía, al igual que aquellos hombres y mujeres que ayudaban al apóstol Pablo en la evangelización, trabajando mucho por el Señor» (Lumen gentium, 33).

La particular función desempeñada por el Catequista, en todo caso, se especifica dentro de otros servicios presentes en la comunidad cristiana. El Catequista, en efecto, está llamado en primer lugar a manifestar su competencia en el servicio pastoral de la transmisión de la fe, que se desarrolla en sus diversas etapas: desde el primer anuncio que introduce al kerigma, pasando por la enseñanza que hace tomar conciencia de la nueva vida en Cristo y prepara en particular a los sacramentos de la iniciación cristiana, hasta la formación permanente que permite a cada bautizado estar siempre dispuesto a «dar respuesta a todo el que les pida dar razón de su esperanza» (1 P 3,15). El Catequista es al mismo tiempo testigo de la fe, maestro y mistagogo, acompañante y pedagogo que ensena en nombre de la Iglesia. Una identidad que sólo puede desarrollarse con coherencia y responsabilidad mediante la oración, el estudio y la participación directa en la vida de la comunidad (cf. PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PROMOCIÓN DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN, Directorio para la Catequesis, 113).

Con clarividencia, san Pablo VI promulgó la Carta apostólica Ministeria quaedam con la intención no sólo de adaptar los ministerios de Lector y de Acólito al nuevo momento histórico (cf. Carta ap. Spiritus Domini), sino también para instar a las Conferencias Episcopales a ser promotoras de otros ministerios, incluido el de Catequista: «Además de los ministerios comunes a toda la Iglesia Latina, nada impide que las Conferencias Episcopales pidan a la Sede Apostólica la institución de otros que por razones particulares crean necesarios o muy útiles en la propia región. Entre estos están, por ejemplo, el oficio de Ostiario, de Exorcista y de Catequista». La misma apremiante invitación reapareció́ en la Exhortación apostólica Evangelii nuntiandi cuando, pidiendo saber leer las exigencias actuales de la comunidad cristiana en fiel continuidad con los orígenes, exhortaba a encontrar nuevas formas ministeriales para una pastoral renovada: «Tales ministerios, nuevos en apariencia pero muy vinculados a experiencias vividas por la Iglesia a lo largo de su existencia —por ejemplo, el de catequista […]—, son preciosos para la implantación, la vida y el crecimiento de la Iglesia y para su capacidad de irradiarse en torno a ella y hacia los que están lejos» (SAN PABLO VI, Exhort. ap. Evangelii nuntiandi, 73).

No se puede negar, por tanto, que «ha crecido la conciencia de la identidad y la misión del laico en la Iglesia. Se cuenta con un numeroso laicado, aunque no suficiente, con arraigado sentido de comunidad y una gran fidelidad en el compromiso de la caridad, la catequesis, la celebración de la fe» (Evangelii gaudium, 102). De ello se deduce que recibir un ministerio laical como el de Catequista da mayor énfasis al compromiso misionero propio de cada bautizado, que en todo caso debe llevarse a cabo de forma plenamente secular sin caer en ninguna expresión de clericalización.

Este ministerio posee un fuerte valor vocacional que requiere el debido discernimiento por parte del Obispo y que se evidencia con el Rito de Institución. En efecto, este es un servicio estable que se presta a la Iglesia local según las necesidades pastorales identificadas por el Ordinario del lugar, pero realizado de manera laical como lo exige la naturaleza misma del ministerio. Es conveniente que al ministerio instituido de Catequista sean llamados hombres y mujeres de profunda fe y madurez humana, que participen activamente en la vida de la comunidad cristiana, que puedan ser acogedores, generosos y vivan en comunión fraterna, que reciban la debida formación bíblica, teológica, pastoral y pedagógica para ser comunicadores atentos de la verdad de la fe, y que hayan adquirido ya una experiencia previa de catequesis (cf. CONC. ECUM. VAT. II, Decr. Christus Dominus, 14; CIC c. 231 §1; CCEO c. 409 §1). Se requiere que sean fieles colaboradores de los sacerdotes y los diáconos, dispuestos a ejercer el ministerio donde sea necesario, y animados por un verdadero entusiasmo apostólico.

En consecuencia, después de haber ponderado cada aspecto, en virtud de la autoridad apostólica instituyo el ministerio laical de Catequista

La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos se encargará en breve de publicar el Rito de Institución del ministerio laical de Catequista.

Invito, pues, a las Conferencias Episcopales a hacer efectivo el ministerio de Catequista, estableciendo el necesario itinerario de formación y los criterios normativos para acceder a él, encontrando las formas más coherentes para el servicio que ellos estarán llamados a realizar en conformidad con lo expresado en esta Carta apostólica.

Los Sínodos de las Iglesias Orientales o las Asambleas de los Jerarcas podrán acoger lo aquí́ establecido para sus respectivas Iglesias sui iuris, en base al propio derecho particular.

Los Pastores no dejen de hacer propia la exhortación de los Padres conciliares cuando recordaban: «Saben que no han sido instituidos por Cristo para asumir por sí solos toda la misión salvífica de la Iglesia en el mundo, sino que su eminente función consiste en apacentar a los fieles y reconocer sus servicios y carismas de tal suerte que todos, a su modo, cooperen unánimemente en la obra común» (Lumen gentium, 30). Que el discernimiento de los dones que el Espíritu Santo nunca deja de conceder a su Iglesia sea para ellos el apoyo necesario a fin de hacer efectivo el ministerio de Catequista para el crecimiento de la propia comunidad.

Lo establecido con esta Carta apostólica en forma de “Motu Proprio”, ordeno que tenga vigencia de manera firme y estable, no obstante, cualquier disposición contraria, aunque sea digna de particular mención, y que sea promulgada mediante su publicación en L’Osservatore Romano, entrando en vigor el mismo día, y sucesivamente se publique en el comentario oficial de las Acta Apostolicae Sedis.

Dado en Roma, junto a San Juan de Letrán, el día 10 de mayo del año 2021, Memoria litúrgica de san Juan de Ávila, presbítero y doctor de la Iglesia, noveno de mi pontificado.

FRANCISCO

  1. VIDEO DE LA PRESENTACIÓN DEL MOTU PROPRIO EN LA SALA STAMPA DE LA SANTA SEDE

– S.E. Mons. Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización;

– S.E. Franz-Peter Tebartz-van-Elst, delegado para la catequesis del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización.

  1. PRIMERAS IMPRESIONES SOBRE EL MOTU PROPRIO

ÁLVARO GINEL (PRESIDENTE DE AECA)

El día 11 de mayo de 2021 el papa Francisco firma una Carta Apostólica en forma de “Motu proprio”  con la que se instituye el Ministerio de Catequista. Era una “vieja” necesidad sentida en muchas partes de la Iglesia y desde hace años, sobre todo desde la última década del siglo XX, ha ido madurando progresivamente. Hay que observar que lo que no recoge el reciente Directorio para la catequesis (23 de marzo de  2020) queda publicado al año siguiente (11 de mayo de 2021). La referencia de lo que significa ser catequista hoy en la Iglesia la tenemos que tomar de cuanto se dice en el Directorio (nn.110-156).

  1. El nombre

Antiquum ministerium es el nombre elegido para esta Carta Apostólica. No es una casualidad. Nos remonta a los orígenes de la Iglesia y allí descubrimos una comunidad cristiana organizada con carismas diversos, donde cada uno cumple su función para la edificación de la comunidad entera. Este detalle del nombre es importante porque no se trata de una “novedad”, sino de una manera “sinodal” de entenderse la misma comunidad cristiana ayer y hoy.

Es cierto que los catequistas no se han perdido jamás en la historia de la catequesis, especialmente catequistas “clérigos”. Don Bosco diría que él comenzó su obra con una sencilla catequesis. Y hay grandes catequistas fundadores de órdenes religiosas. Pero aquí se habla del “ministerio laical” de Catequista.  Lo “nuevo” es que con esta Carta se consolida y da carácter de ministerio al servicio que muchos laicos y laicas están realizando. Iniciar en la fe cristiana no es exclusiva de los bautizados que han recibido el sacramento del Orden. Entre todos, según la estructura eclesial, llevamos adelante la iniciación cristiana, cosa que en la práctica habitual se está haciendo en todas las comunidades cristianas.

Tampoco es novedad (más bien se trata de una lenta maduración) que aparezca este ministerio de catequista hoy.  Ya san Pablo VI, en su carta Ministeria Quaedam, al adaptar el ministerio de Lector y de Acólito al momento histórico, instó a las Conferencias Episcopales a ser promotoras de “otros ministerios”, incluido el de Catequista: «Además de los ministerios comunes a toda la Iglesia Latina, nada impide que las Conferencias Episcopales pidan a la Sede Apostólica la institución de otros que por razones particulares crean necesarios o muy útiles en la propia región. Entre estos están, por ejemplo, el oficio de Ostiario, de Exorcista y de Catequista». También san Pablo VI vuelve sobre este tema en Evantgelii nuntiandi: “Tales ministerios, nuevos en apariencia, pero muy vinculados a experiencias vividas por la Iglesia a lo largo de su existencia —por ejemplo, el de catequista […]—, son preciosos para la implantación, la vida y el crecimiento de la Iglesia y para su capacidad de irradiarse en torno a ella y hacia los que están lejos» (73).

  1. Ministerio

Hay un sentido de “ministerio eclesial” que hace alusión a la naturaleza sacramental de la Iglesia. En este sentido se ha entendido y se entiende aún el “ministerio de los bautizados que han recibido el sacramento de Orden”.

Pero también hay un ministerio de los fieles cristianos laicos que nace de su condición de Bautizados y de Confirmados para “trabajar para que el mensaje divino de salvación sea conocido y recibido por todos los hombres y en toda la tierra” (Catecismo de la Iglesia Católica 900). En este sentido hay que entender el ministerio de Catequista que ha sido promulgado el 11 de mayo de 2021.

  1. Ministerio laical: realidad densa

Tenemos que cambiar la idea de que los ministerios son etapas en el proceso del cristiano hacia el sacramento del Orden. La Carta del apa Francisco se adelanta a esta posible interpretación subrayando: “Es conveniente que al ministerio instituido de Catequista sean llamados hombres y mujeres de profunda fe y madurez humana, que participen activamente en la vida de la comunidad cristiana, que puedan ser acogedores, generosos y vivan en comunión fraterna, que reciban la debida formación bíblica, teológica, pastoral y pedagógica para ser comunicadores atentos de la verdad de la fe, y que hayan adquirido ya una experiencia previa de catequesis (cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Christus Dominus, 14; CIC c. 231 §1; CCEO c. 409 §1). Se requiere que sean fieles colaboradores de los sacerdotes y los diáconos, dispuestos a ejercer el ministerio donde sea necesario, y animados por un verdadero entusiasmo apostólico (n. 8).

  1. Más que dar catequesis

Basta leer con detención este número 8 del Motu proprio Antiquum ministerium para darse cuenta de que no podemos identificar sin más “hacer (o dar, como en algunos sitios se dice) catequesis con tener las condiciones de recibir el ministerio de Catequista”. Tenemos que tomar las cosas con seriedad.

– Se habla de hombre y mujeres de profunda fe y madurez humana;  

– de una participación activa en la vida de la comunidad (¡qué se puede reducir solo a la catequesis!). La vida de la comunidad tiene muchas facetas.

– de unas disposiciones de trato y de empatía con la gente (capacidad de comunicación) que pasa por la comunidad;

– y de una formación bíblico, teológica, pastoral y pedagógica, además de una experiencia de catequesis.

Todo esto viene a centrar, aclarar y dar consistencia al ministerio de Catequista. Tendremos que esperar todavía al Rito de institución del ministerio laical del Catequista para tener una visión completa. Pero ya se ve por dónde van las cosas.

  1. Una buena noticia

Lo que si hay que reconocer es que estamos ante un acontecimiento soñado y esperado en el mundo de la catequesis donde mujeres (¡sobre todo mujeres!) han sido pioneras en esfuerzos, dedicación, pasión, entrega, formación y acompañamiento de niños, adolescentes, jóvenes y adultos en el camino de iniciación cristiana.

La institución del Ministerio de Catequista no es que se “les premie” su labor; es que les reconoce e imparte de manera oficial un ministerio en la Iglesia y en cada comunidad local cristiana.  Cuando hablamos de vocación bautismal, y lo que de ella se desprende, no podemos hablar de “dar premios”, sino de un reconocimiento institucional de la vocación suscitada por el Espíritu en sus hijas e hijos.

Esta es la novedad y realidad que la Iglesia aporta hoy y reconoce. ¡Una buena noticia! Tardó en madurar, pero ha madurado. Hay que ver en esta decisión las huellas y la doctrina  y reflexiones de los sínodos últimos y, sobre todo, el ambiente que ya se está creando respecto al próximo Sínodo sobre la sinodalidad en la Iglesia. No podemos perder de vista este contexto eclesial en el que aparece la instit5ución del Ministerio laical de Catequista.

MANUEL Mª BRU (VOCAL DEL CONSEJO DE AECA)

12 preguntas y 12 respuestas sobre el Motu Proprio del papa Francisco Antiquum ministerium en el que instaura el Ministerio del catequista (Publicado en ALETEIA):

https://es.aleteia.org/2021/05/14/ministerio-de-catequista-12-preguntas-y-12-respuestas/

MIGUEL LÓPEZ VARELA (VOCAL DEL CONSEJO DE AECA)

El Ministerio del catequista (Pliego de Vida nueva 3223 [15-21 mayo 2021]):

https://www.vidanuevadigital.com/pliego/el-ministerio-del-catequista/

  1. EDICIÓN ELABORADA POR MANUEL LÓPEZ, SOCIO DE AECA, EN EL QUE RECOGE EL TEXTO Antiquum ministerium Y LOS TEXTOS DEL DÍA DE SU PRESENTACIÓN EN LA SALA STAMPA.

Pinchando sobre los títulos se puede navegar por los textos

https://catequesiscadizyceuta.files.wordpress.com/2021/05/2021-05-10.-motu-proprio-francisco-institucion-ministerio-catequista-1-3.pdf

INFORMACIÓN

BIBLIOGRÁFICA

  1. RELACIÓN DE ARTÍCULOS DE REVISTAS CATEQUÉTICAS
  • ACTUALIDAD CATEQUÉTICA PARA LA EVANGELIZACIÓN

Desde la última vez que reseñamos en nuestro Boletín los trabajos de la revista Actualidad Catequética, y con motivo de la reciente reorganización de la estructura de la Conferencia Episcopal Española, la revista ha ampliado el título de su cabecera viniéndose a llamar Actualidad Catequética para la Evangelización, de este modo se pone en sintonía con la nueva Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado, responsable de su publicación.

+ Números 265 (2020): Actualidad Catequética para la Evangelización.

Los trabajos de este número se distribuyen en tres secciones:

– El Papa ha dicho

– La voz de los pastores

– Área de la Comisión

– Estudios

Dado el número de textos que ocupa cada sección nos remitimos al índice que se puede consultar en el siguiente enlace:

https://dialnet.unirioja.es/ejemplar/572187

  • CATECHETICA ED EDUCAZIONE

Ponemos el enlace donde se puede acceder on-line a la revista Catechetica ed educazione editada por el Instituto de catequética de la Facultad de Educación de la Universidad Pontificia salesiana de Roma

http://rivistadipedagogiareligiosa.unisal.it/?page_id=18239

  • CATEQUISTAS

Para la relación de las secciones fijas de la revista remitimos al Boletín 79 (oct-dic. 2020) en el que hicimos la presentación del contenido del curso 2020-2021

  • LUMEN VITAE

+ El vol. LXXV, 3 (2020): Pape François, une parole qui interpelle les jeunes et l’Église.

  1. ROUTHIER, Des jeunes en chemin. Parcours d’éducation à la foi selon Christus vivit.
  2. GUÉRITTE, L’articulation de l’expérience vitale de Dieu avec les contenus de la foi. Un projet qui concerne au premier chef les artisans de la catéchèse.
  3. SILVESTRINI ADÄO, «Toute vie est pain». Une approche eucharistique du discernement et de l’accompagnement des jeunes.

Ch. BIKUIKA, L’écoute des jeunes. Émergence de l’Église.

  1. ABUD, Être à l’écoute des jeunes. Une expérience en milieu universitaire.
  2. LEGRAND, Quelques points de rencontre entre la parole du papa François et les jeunes dans le champ éducatif.

+ El vol. LXXV, 4 (2020): Le «tuilage» en pastorale. Comment faire du neuf sans désavouer le passé ?

  1. DERROITTE, Le «tuilage» en pastorale ou comment faire du neuf sans désavouer le passé?
  2. CASTELLUCCI, Quelle communauté engendre à la foi?
  3. DEMAUSURE, Évolution de l’interprétation de l’abus sexuel dans l’Église catholique. Vers l’option prioritaire aux victimes.
  4. BRESSAN, Métamorphoses en acte dans le catholicisme italien. Un défi et une chance pour l’Église.
  5. CHEVALIER, La collaboration entre prêtres et femmes laïques mandatées en pastorale territoriale. Bénéfices et défis.

Ch. DELARBRE, Les transitions du presbytérat diocésain en France.

  1. BAUJARD, Pour une Église qui respire avec ses deux poumons.

+ El vol. LXXVI, 1 (2021): La crise de la Covid et ses impacts en pastorale

  1. ROTTIER, Sur fond de pandémie, imaginer de nouveaux chemins de transition.
  2. DILLEN, La crise de la Covid-19 et ses impacts sur la présence chrétienne dans la société spécifiquement en Belgique.
  3. BUKOVEC, L’effet de distanciation du coronavirus en liturgie.
  4. PRAUD, Prier et célébrer au temps de la Covid-19 en France. Essai d’analyse et perspectives théologiques.

M.-R. DE HEMPTINNE, L’Eucharistie dominicale au monastère d’Hurtebise.

  1. LANO, Une crise pour redécouvrir la vocation des familles comme églises domestiques.
  2. MONPAYS, Comment la crise sanitaire vient-elle interroger la catéchèse?
  3. POLAK, Le réseau Theocare. La crise de la Covid-19 et ses conséquences pratiques el théologiques.
  4. PELLETIER, Être curé au temps de la Covid: quelles priorités dans la pastorale paroissiale.

& MISIÓN JOVEN

+ El número 525 (2020): Discernir en pastoral.

  1. LÓPEZ HORTELANO, Discernir: salir de la zona de confort.
  2. PUIGGRÒS LLAVINÉS, Modo y orden. Método y verificación del discernimiento.

AA.VV., Del discernimiento en pastoral a una pastoral de discernimiento

+ El número 526 (2020): Pueblo de Dios en salida. Congreso de laicos.

  1. MARTÍN DELGADO, Un Congreso para nuestra historia. Algunas reflexiones sobre la experiencia vivida durante el proceso abierto con motivo del Congreso de Laicos “Pueblo de Dios en Salida”.
  2. VADELL – A. MEDINA, Lo que hacemos empujados por el Espíritu, acaba dando fruto.
  3. GUTIERREZ CUESTA – R. TINAJERO RAMÍREZ, El Congreso de laicos y la pastoral juvenil.

+ El número 527 (2020): Antropología del don.

  1. SALA, En las raíces del don. Para una renovada “cultura de la gratuidad”.
  2. GARCÍA MOURELO, Hacia una pastoral de la donación.
  3. VILLOTA, Educar en la generosidad.

+ El número 528-529 (2021): Camino de Santiago, experiencia pastoral.

  1. J. RUBIO GARCÍA, Camino, luego espero….
  2. SÁNCHEZ ACEVEDO, La peregrinación como metáfora. El camino de la fe.
  3. CASTRO MIRAMONTES, Joven, te lanzo un reto: ¿Te atreves a hace el camino de Santiago?
  4. PEREIRA – J. Fco. DURÁN, Peregrinar a Santiago con jóvenes. Una experiencia iluminada por los salmos de las subidas.

+ El número 530 (2021): Pacto educativo global.

  1. A. OJEDA ORTIZ, Hacia un Pacto Educativo Global:entre la urgencia y la utopía.
  2. RUIZ ORDÓNEZ, El proyecto de Scholas Ocurrentes y el Pacto Educativo Global.
  3. DE CASTRO BARCO, Aportaciones desde la Educación Católica al Pacto Educativo Global.

+ El número 531 (2021): El miedo y sus fantasmas.

  1. GONZÁLEZ ANLEO, Los miedos de los jóvenes expresión de los miedos de la sociedad.
  2. MONTES INFANTES, Bloqueos, inseguridades, narcisismos: conflictos con la alteridad (Dios).
  3. M. NUÑEZ, “No temáis: soy Yo”. La fe cristiana ante la experiencia ineludible del miedo

+ El número 532 (2021): La bondad humana. La pastoral en los márgenes.

  1. C. QUIRARTE MÉNDEZ, La penúltima bondad: una lectura pastoral.
  2. ARGENIS RODRÍGUZ, Elogio de la generosidad humana: educar en la bondad.
  3. PLANELLAS RIBERS, Acompañamiento social: hacia una pastoral de la compasión.
  • RESONANCIAS

+ El nº 3 (2021): Los jóvenes y la fe.

  1. C. CARVAJAL BLANCO, Fundamentos Teológicos-pastorales para una renovación de la catequesis. Claves del Directorio para la Catequesis.
  2. LÓPEZ VARELA, El nuevo Directorio para la Catequesis. Esbozo histórico de su composición y redacción.

Mª. D. ROS DE LA IGLESIA, La catequesis en la misión evangelizadora de la Iglesia.

  1. Mª. PÉREZ NAVARRO, El proceso de la catequesis.
  2. PÉREZ BAENA, La catequesis en las Iglesia particulares.
  • SINITE

+ El vol. LXI, nº 184 (mayo-agosto/2020): Acompañar para iniciar en la vida cristiana.

  1. GINEL, Acompañar para iniciar la vida cristiana.
  2. SALA, El acompañamiento, la evolución del concepto durante el Sínodo sobre los jóvenes.
  3. LÓPEZ VARELA, Iniciar en la catequesis a la vida cristiana. Entrenar y acompañar elementos y perspectivas para el diseño del nuevo paradigma de la catequesis.
  4. MONTISCI, El primer anuncio en el pensamiento del papa Francisco
  5. M. FIGUIREDO – T. A. FERENANDES FREITAS, Catequesis para nativos digitales.
  6. P. GARCÍA MAESTRO, El acompañamiento pastoral dentro de la misión de la Iglesia, hoy.

+ El vol. LXI, nº 185 (mayo-agosto/2020): El segundo anuncio (II)

  1. MIGNOZZI, El “proyecto segundo anuncio”: prácticas de anundio del Evangelio a los adultos.
  2. LAITI, La Iglesia del segundo anuncio. Cómo nace/renace la Iglesia.
  3. PALAZZI, La liturgia como “segundo anuncio”.
  4. CURRÒ – E. BIEMMI, El segundo anuncio y… más diálogo sobre cuestiones catequéticas actuales.
  5. SEGHEDONI, La parroquia del segundo anuncio.
  6. DERROITTE, El proyecto “segundo anuncio” y sus implicaciones para la misión y la catequesis. Una perspectiva europea.
  7. BUCH, La pastoral juvenil del papa Francisco recogida en tres propuestas formales a los jóvenes.
  8. P. GARCÍA MAESTRO, “Fratelli Tutti”: la dimensión ecumenica e interreligiosa de la Encíclica.
  • TEOLOGÍA Y CATEQUESIS

+ El nº 148 (septiembre-diciembre/2020): La Iglesia que nace para la misión, vive para la misión.

  1. GARCÍA SERRANO, Fundamentos lucanos de la misión.
  2. C: CARVAJAL BLANCO, Líneas de reflexión para una teología de la misión evangelizadora.
  3. ABOÍN MARTÍN, Eclesiología de la misión. Una Iglesia “desde” y “para” la misión.
  4. F. MARTÍNEZ SÁEZ, “Yo soy una misión” (EG 273). Pastoral desde y para la misión.
  5. DELGADO ESCOLAR, Laicado y misión.
  6. Á. MEDINA ESCUDERO, América: la madurez de la misión.
  7. A. MICHODJEHOUN, África, esperanza de la misión.

Mª JESÚS HERNANDO GARCÍA, Asia, reto para la misión.

+ El nº 149 (enero-abril/2021): Pandemia y evangelización.

  1. DE MONTALVO JÄÄSKELÄINEN, Pandemia y panhumanismo: la recuperación del humanismo como lección de la pandemia por Covid-19 desde la perspectiva ético-legal.
  2. FERNÁNDEZ MAÍLLO, Apuntes para un proyecto de fraternidad pos-covid

Á. CASTAÑO FÉLIX, Dios y su providencia ante el sufrimiento humano.

  1. Á. MÉDINA ESCUDERO, El Evangelio ante la crisis antropológica causada por la pandemia.

Á. CORDOVILLA PÉREZ, “Si Dios está con nosotros, quien contra nosotros” (Rm 8,31). Escuchar a Dios en tiempos de pandemia.

  1. GINEL VIELVA, Interrogados y convocados a buscar lo esencial en la celebración y la transmisión de la fe. Apuntes personales en tiempo de pandemia.
  1. ALGUNAS PUBLICACIONES

A/ Cuadernos AECA

TÍTULO: Acompañar para iniciar en la vida cristiana

AUTOR: AECA

EDITORIAL: PPC

CUADERNO AECA nº 17

Actas de las XXVIII Jornadas anuales de la Asociación Española de Catequetas (AECA) sobre la importancia del acompañamiento en la iniciación cristiana.

Este libro recoge el material escrito de las XXVIII Jornadas anuales de la Asociación AECA (Asociación Española de Catequetas) celebrada en Madrid los días 5-7 de diciembre de 2019.

En estas Jornadas se pone el énfasis en el acompañamiento en la catequesis como iniciático, es decir, un acompañamiento parecido al de un entrenador que orienta el entrenamiento, lo dosifica, lo encauza, con el objetivo de vivir la vida cristiana de manera integral. El entrenador no juega después el partido. Son los entrenados los verdaderos protagonistas del “partido de la vida cristiana” en el terreno del mundo, con su originalidad y dotes personales.

El catequista entrenador inicia (entrena) a los bautizandos o catecúmenos en la vida que tienen que vivir como cristianos en medio de la realidad del mundo. Él los introduce, de manera pedagógica y progresiva, en esas “tareas de la catequesis” que los capacitan para vivir la vida cristiana de manera integral, de modo que puedan ser servidores del Reino y testigos de Jesús.

TÍTULO: Proponer la fe en una pluralidad de caminos

AUTOR: AECA

EDITORIAL: PPC

CUADERNOS AECA nº 18

Reflexiones teológicas y pastorales sobre la propuesta de la fe en un contexto contemporáneo.

Esta nueva obra de Cuadernos AECA ofrece diversas reflexiones de teología pastoral sobre los modos como la fe puede ser propuesta en los contextos en que actualmente vivimos.

Así se abordan temas como los desafíos contemporáneos al cristianismo, la pedagogía de la fe, la iniciación cristiana de adultos, el papel esencial de la comunidad en la misión, la evangelización del mundo juvenil o el reto de evangelizar en las redes.

Esta obra pretende ser un estímulo a la reflexión y al diálogo, al incremento de la creatividad pastoral, inscribiéndose en el esfuerzo que la Iglesia está llamada a hacer hoy, de una auténtica “conversión pastoral” (EG 25).

B/ Otras publicaciones

TÍTULO: Momentos clave de la transmisión de la fe. Aproximación a la historia de la catequesis

AUTOR: José María Magaz Fernández

EDITORIAL: CCS

La Iglesia, en todo momento y época, ha realizado la tarea de transmitir la fe no solo a las nuevas generaciones (niños y jóvenes), sino a los hombres y mujeres adultos a los que el Espíritu de Jesús les suscitó la curiosidad para aproximarse al Señor, el Enviado, el Cristo.

El mejor ejemplo lo tenemos en lo que nos relata el libro de los Hechos de los Apóstoles. Felipe, con la ayuda del «ángel del Señor», se acerca al eunuco que había ido a Jerusalén para adorar. De vuelta, viene leyendo las Escrituras, en concreto al profeta Isaías: Felipe se acercó corriendo, le oyó leer el profeta Isaías y le preguntó: «¿Entiendes lo que estás leyendo?». Contestó: «¿Y cómo lo voy a entender si nadie me guía?» (Hch 8,30-31). Explicar las Escrituras, proclamar la Buena Nueva ha sido y es la tarea de la Iglesia.

Cuando la humanidad, y la Iglesia que vive y es levadura del Reino en medio de la masa, atraviesa momentos de cambios profundos, hay una constante que se repite: volver la mirada con fuerza a la primera comunidad, a la Biblia, a los Padres de la Iglesia. No podemos caminar con seguridad en la comunidad cristiana si no miramos hacia atrás, a los orígenes, con creatividad, redescubriendo los cimientos sobre los que nos edificamos. La Iglesia no comienza hoy. Tiene una historia rica que le da razones para afrontar el futuro en fidelidad esencial al pasado, sin repetirlo, pero sin olvidar los sólidos fundamentos.

El libro esta prologado por Álvaro Ginel sdb, presidente de la Asociación Española de Catequetas (AECA).

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TÍTULO: San Juan Pablo II, incansable defensor de la dignidad humana

AUTOR: Manuel María Bru Alonso

EDITORIAL: San Pablo

Aunque hayan pasado ya cien años de su nacimiento y hayamos conocido dos papas detrás de él, para toda una generación de católicos, san Juan Pablo II será «el Papa de nuestras vidas». Pero, ¿quién fue Juan Pablo II? Actor, seminarista clandestino, minero, deportista, poeta, filósofo, desafiador del régimen comunista polaco… El sacerdote y periodista Manuel María Bru, que lo acompañó en muchos de sus viajes y visitas pastorales, narra en esta biografía su complejo pontificado y describe al Papa de las grandes concentraciones y la globalización como lo que fue en realidad: no un hombre de multitudes, sino de gestos y de personas. Dividido en cuatro grandes bloques, tres de los cuales están dedicados al dilatado pontificado del Papa, el libro se completa con una bibliografía y una filmografía básicas.

B/ Adjuntamos

JAVIER DÍAZ TEJO, ABIMAR OLIVEIRA DE MORAES Y HOSFFMAN OSPINO (Eds), Catequesis para una nueva normalidad. Pistas provocativas (Ediciones Universidad Finis Terrae 2021)

https://drive.google.com/file/d/1jGmm8aLaY5vvT_eloyPwhCkSW97Vj2d9/view

El COVID-19 ha producido transformaciones socioculturales en el mundo, contexto en el cual el ámbito de la fe y la catéquita no han estado exentos a dichos cambios. Poder comprender estas trasformaciones y entregar orientaciones para los procesos de catequesis en este nuevo escenario, es la propuesta que realiza el libro «Catequesis para una nueva normalidad. Pistas provocativas».

La publicación, que es una Edición Universidad Finis Terrae y de libre acceso para democratizar su distribución, fue realizada por Javier Díaz Tejo, director de Investigación y Publicaciones del Instituto Escuela de la Fe U. Finis Terrae, junto a P. Abimar Oliveira de Moraes, de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (Brasil); Hosffman Ospino, del Boston College (EE.UU.) y con la colaboración de quince académicos de Brasil, Estados Unidos y Chile.

“El libro es una iniciativa coordinada el Instituto Escuela de la Fe que tuvo por objetivo cuestionarnos acerca de las nuevas acentuaciones o aspectos por cuidar en los procesos de catequesis a la luz del contexto sociocultural que la pandemia está estableciendo a casi todos por igual” explica Javier Díaz.